Los dos diputados fueron los revolucionarios Moisés Sandoval Farfán y Alfonso Marroquín Orellana. Además, se dio el caso que un grupo de diputados de dicho partido se abstuvieron de emitir voto alguno.
La sesión secreta duró alrededor de 45 minutos e inició con la lectura de una petición de antejuicio que hizo Méndez Montenegro, y en la cual acusó al presidente de la república de haber cometido el delito de injurias graves en su contra, cuando afirmó que el dirigente revolucionario había recibido dinero de él a cambio de informaciones políticas.
No al antejuicio
Después de la lectura de la solicitud, el diputado Marroquín Orellana, miembro del Partido Revolucionario (PR), pidió la palabra y durante cerca de quince minutos argumentó a favor del antejuicio y de que se nombrara una comisión para investigar y así se rindiera un informe al pleno del Congreso.
Ningún diputado ydigorista, argumentó en contra de la petición de antejuicio, aparentemente debido a que ya desde días antes, los diferentes bloques del Congreso, a excepción del revolucionario, se habían puesto de acuerdo en rechazar el antejuicio. Tomó la palabra el diputado revolucionario Eduardo Castillo, habló en nombre propio y de otros tres compañeros de bancada, Francisco Villagrán Kramer, Otto Palma Figueroa y Julio Valladares Castillo.
El diputado Castillo, dijo que el reglamento interior del Congreso obligaba a todo diputado a pronunciarse en una forma u otra cuando algún negocio estuviera a votación, pero que él y quienes a cuyo nombre hablaba, habían sido ofendidos por Mario Méndez Montenegro de tal manera que ellos podrían procesarlo por injurias graves.
Agregó que deseaban por ello que se aplicara el artículo 106 del reglamento interior y se les autorizara a abstenerse de votar. De inmediato se puso a votación la solicitud del antejuicio, la cual se realizaría únicamente levantando la mano, y con un quórum que no se pudo confirmar, así se decidió rechazar el antejuicio en contra del presidente Miguel Ydígoras Fuentes un 4 de agosto de 1959.