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Terremoto de 1976 en Guatemala: las devastadoras imágenes que muestran cómo fue la tragedia

Guatemala fue sacudida de forma violenta por un terremoto la madrugada del 4 de febrero de 1976. Conozca cómo ocurrió la tragedia.

Fotografías registradas en Prensa Libre acerca de la tragedia del terremoto. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Fotografías registradas en Prensa Libre acerca de la tragedia del terremoto. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

A casi medio siglo después del terremoto de 7.5 grados que sacudió ta Guatemala, muchas personas siguen recordando este hecho a través de los temblores y simulacros que se dan en la actualidad. Esta tragedia colocó a Guatemala en una situación de vulnerabilidad, en la cual más de 250 mil casas resultaron con daños, alrededor 23 mil muertos y un millón de personas damnificadas.

Según el periódico de ese entonces, la ciudad no había padecido de los efectos de terremotos u otros fenómenos de la naturaleza desde hacía un tiempo. La primera prueba que se había tenido, sucedió con los terremotos de diciembre de 1917 y noviembre de 1918. Volvió a transcurrir un largo lapso, hasta que en 1942 ocurrió otro gran terremoto de 7.7 grados.

Portada del 5 de febrero de 1976, un día después del terremoto. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

35 segundos fatídicos

En cuestión de medio minuto, la muerte alcanzó la vida de numerosas personas la madrugada del miércoles 4 de febrero. El Gobierno intentaba sin descanso hacer un llamado a la calma, invitando a la ciudadanía a desarrollar un espíritu de confraternidad y colaboración. Para muchas personas, esto no era posible.

Centenares de viviendas, en un noventa por ciento de adobe, fueron derribadas en las zonas 3, 6, 7 y 19 pero las consecuencias fueron mayores en las colonias de la zona 3, ya que luego de asentarse, muchas covachas se precipitaron al barranco y varias personas quedaron soterradas.

El Comité nacional de emergencia también realizó un llamado urgente al personal médico y paramédico para prestar su ayuda en los centros asistenciales y dar los servicios que demandaba el país. El personal médico era, debido a la magnitud del evento, insuficiente.

También solicitaron a la ciudadanía la colaboración de vehículos de carga, picops y transportes colectivos, para ayudar con el rescate y traslado de personas.

 

Las zonas 7 y 9 fueron de las más afectadas por el terremoto. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Llamado de auxilio

El desastre se dio a gran escala. En San Lucas Sacatepéquez el reporte del miércoles a las 17 horas informaba que los muertos eran 350. Casi el total de viviendas en este lugar fue destruido por la fuerza telúrica. La iglesia parroquial, construida en 1560 fue totalmente destruida. La situación era similar en los otros municipios. El gobierno reportó en la noche del 4 de febrero que la cifra de muertos a nivel nacional era de mil 142.

Las estadísticas reflejaban raquíticamente la magnitud de la tragedia, según los datos que se conocerían semanas después. Los derrumbes y la incomunicación en varias regiones imposibilitaban saber a ciencia cierta los daños y las poblaciones que prácticamente quedaron borradas del mapa, sobre todo en la región de Chimaltenango, entre otras.

Joyabaj, una de las poblaciones dañadas. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Solidaridad internacional

Pueblos y gobiernos centroamericanos, de México y Argentina expresaron su solidaridad con el pueblo y gobierno de Guatemala ante la calamidad que se vivió como resultado del terremoto afectó a toda la nación.

Desde Nicaragua, por vía terrestre dos furgones cargados con medicinas, víveres y plantas eléctricas iniciaron su camino hacia el país. Desde El Salvador, el gobierno del coronel Arturo Armando Molina envió unidades de la cruz roja salvadoreña, que traían principalmente medicinas.

Portada de Prensa Libre en los días siguientes a la tragedia. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)