El accidente fue el primer desastre de la aviación comercial que ocurrió en Estados Unidos en casi un año, y el primero en el que interviene un avión de una aerolínea nacional en casi dos años.
Investigación del FBI
Agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) llegaron al lugar del accidente porque creían en la posiblidad de que hubiese ocurrido una explosión en el avión antes de estrellarse, según informó el vocero de FBI en Detroit, John Anthony, e iniciaron las investigaciones
La misma institución comentó que investigaba la posibilidad de que los aviones de la Northwest estuvieran siendo objeto de sabotajes en el aeropuerto de Minneapolis. El diario Detroit Free Press dijo que la aerolínea había contratado guardias de seguridad para combatir actos menores de vandalismo con el equipo en tierra de la aerolínea.
El vocero de la Northwest, Bob Gibbons, dijo en Mineapolis que la investigación del FBI sobre la posible existencia de una bomba a bordo del avión es de índole rutinaria. “No me apresuraría a llegar a conclusiones derivadas de la intervención del FBI” en el accidente, añadió.
Relatos
Varios automovilistas que presenciaron horrorizados la caída de un avión de la Northwest Airlines, tras despegar del aeropuerto metropolitano de Detroit, dijeron que el intenso calor y las llamas les impidieron acercarse
cuando trataban de acudir en ayuda de las víctimas.
Uno de ellos, herido por fragmentos ardientes del aparato, indicó que fue el segundo accidente similar que vio en unos 5 meses. Tom Vevea dijo que volvía del aeropuerto con dos compañeros de trabajo que había ido a recibir, cuando el avión pasó sobre ellos a las 20.45 horas y se estrelló. “Dios mío.., no puede ser que me vuelva a pasar”, exclamó.
Vevea explicó que el 4 de marzo de ese mismo año estaba en una terminal del aeropuerto cuando vio que un pequeño avión que intentaba aterrizar estalló en llamas y patinó hacia el edificio a corta distancia. En ese accidente, de un aparato de la compañía Northwest Airlink, murieron el piloto, el copiloto y 7 pasajeros. Vevea, que trabaja con el contratista de una obra local, dijo que quedó tan conmovido que suspendió dos planeados vuelos entre Detroit y Minneapolis, donde tiene su casa.
Gordon Atkins, de 26 años, un empleado del aeropuerto que iba a su trabajo cuando el aparato perdió potencia y se estrelló, dijo que “algunas personas saltaron de las ventanillas, pero cayeron al suelo envueltas en llamas. Y No pudieron salir y por lo tanto no lograron hacer mucho”.