Para 1659, el obispo Payo Enríquez de Rivera argumenta ante el rey la necesidad de la universidad en Guatemala, pero fue hasta el 5 de julio de 1673 que ordena la Junta de Santiago para analizar su creación y el 31 de enero de 1676, el monarca Español Carlos II promulga la Real Cédula de la Fundación de la Universidad, que legalmente da vida a la universidad. Documento que llego a Guatemala el 26 de octubre de 1676, y en donde se podía apreciar:
“Y habiéndose vuelto a ver en Consejo Real de las Indias todos los papeles tocantes a esta materia y el informe que hizo mi audiencia de México el nueve de julio de mil seiscientos setenta y uno, y lo que representó el mismo año, por dos memoriales el Pro- curador General de esta Corte, con lo que en vista pidió mi fiscal, y consultándome he tenido por bien de conceder (como por la presente concedo) la licencia que pide esa Ciudad de Santiago de Guatemala para que se funde la dicha Universidad en el Colegio de Santo Tomás de Aquino, que en ella esta edificado, aplicándole (como por la presente le aplico) dicha Casa Colegio a dicha Universidad juntamente con la dotación, que dicho Obispo Don Francisco Marroquín hizo para sustento del Colegio, que dejó dispuesto se fundase”.“[…]había muerto Pedro Crespo Suárez, Correo Mayor que fue de ella, y que dejó gran parte de su hacienda, para que se pusiese a renta y se fundase en dicha ciudad una universidad y dotadas para ello cátedras de Artes, Teología, Cánones, Leyes y Medicina, y que esta tan útil y piadosa, la dejó encomendada a la religión de Santo Domingo, la cual con todo cuidado y trabajo solicitaba el fin de ella, y tenía ya hecha la universidad y un colegio de ocho colegiales, que es de los más lúcidos que hay en esas partes[…]”
Al final, el Monarca Español autoriza: “Y en esta conformidad daréis Vos y esa Audiencia da órdenes necesarias, para que se haga luego la Fundación de la dicha Universidad en dicho Colegio de Santo Tomás de Aquino, y que al mismo tiempo se pongan en ella mis Armas Reales, como va referido, disponiendo que se vayan instituyendo con toda brevedad las siete cátedras, que ha de haber en ella, las cuales se han de proveer en los opositores que leyeren a ella y se hallaren ser los más idóneos y capaces para cada facultad, según como se platica en las de México y Lima y que asimismo se provean los oficios de bedel, Secretario y demás oficiales que ha de haber en la universidad, en personas capaces e inteligentes y de buenas costumbres y a los unos y a los otros, se les paguen los salarios que les han señalado con toda puntualidad para que se puedan mantener y cumplir mejor con sus obligaciones, y del recibo de este despacho y de lo que en virtud executaredes, y del estado que fuere tomando todo lo que en él contenido, me iréis dando cuenta en las ocasiones que se ofrecieren, por lo mucho que deseo que todas esas provincias, reciban y tengan el consuelo y alivio que de la fundación de esta universidad se ha de seguir a sus vecinos y naturales que en ello me serviréis”. (Cazali Ávila, Augusto. Ídem. Págs. 28 y 329).
Durante 5 años fueron elaborados los estatutos de la Universidad, que tuvieron como modelo las Constituciones y Estatutos de la Universidad de Salamanca y México, y fueron celebrados los primeros concursos de oposición para las cátedras a impartir.
Por ello fue hasta el 7 de enero de 1681 cuando abrió sus puertas por primera vez, con un poco más de 60 estudiantes. En ese mismo año se realizó la primera protesta estudiantil por los primeros alumnos de Leyes y Derecho Canónico, debido a que los profesores nombrados en forma interna no iniciaban sus clases y el 3 de febrero pedían a las autoridades un nuevo nombramiento, el cual fue concedido el 10 de febrero del mismo año.
El 18 de julio de 1687 la Universidad de San Carlos recibe Bula del papa Inocencio XI, para su reconocimiento internacional, en la cual se le otorgaba el título de Pontificia, quedando en forma definitiva el nombre Real y Pontificia Universidad de San Carlos, en honor a San Carlos de Borromeo, santo que dedicó su vida a la vocación de servicio comunitario. Sus títulos y grados desde entonces se reconocen en toda la cristiandad.
Tras la destrucción que dejara el terremoto del 29 de julio de 1773 la ciudad de Santiago de Guatemala se trasladó al Valle de la Ermita, por lo que la Universidad se trasladó a la nueva capital en el año de 1777.
La Universidad de San Carlos de Guatemala fue el centro de las ideas republicanas e impulsora intelectual de la independencia a través de varios docentes de la Universidad de San Carlos, entre los que podemos mencionar: Mariano Gálvez, Doctor en Derecho Civil y Canónico, catedrático de Filosofía y Cánones, primer Presidente del Congreso Federal y Jefe del Estado de Guatemala; Francisco de Paula García Peláez, Doctor en Derecho, catedrático de Economía.
José Matías Delgado, Doctor en Cánones y Abogado de la Real Audiencia; José Cecilio del Valle, Doctor en Derecho, nombrado Rector en 1825 y 1829, a quien se le atribuye la redacción del Acta de Independencia centroamericana, fundador del periódico El Amigo de la Patria, en el cual propugnaba por la unidad de los pueblos con identidad hispanoamericana; Doctor Juan José de Aycinena, y Doctor Pedro Molina.
Este último había obtenido los títulos de Bachiller en Filosofía y Doctor en Medicina, opositor radical de la anexión a México y fundador de los dos primeros periódicos que lanzaron las ideas independentistas: El Editor Constitucional y El Genio de la Libertad; el Doctor Antonio de Larrazábal, quien había ocupado la Presidencia rotativa de las Cortes de Cádiz, en donde se promulgó la Constitución de Cádiz en 1812, y varios más, entre artesanos, obreros, sectores indígenas, como el dirigido por Atanasio Tzul, motivaron la independencia de Centroamérica el 15 de septiembre de 1821.
La Universidad de San Carlos de Guatemala estuvo presente por medio de sus egresados en los órganos del Gobierno Republicano, así como en la Primera Asamblea Constituyente Centroamericana de 1823 a 1824 y en la Primera Constitución Política del Estado de Guatemala en 1825. Por lo que se podría decir que la Universidad de San Carlos proporcionó los cuadros intelectuales que le dieron vida y forma a las primeras instituciones del período Republicano. (Pinto Soria, J.C. Raíces Históricas del Estado en Centroamérica. 1983. Pág.160).
A lo largo de la historia universitaria el ejemplo de sus graduados en la vida pu?blica y el i?mpetu de los cambios mundiales fue moldeando las valientes actitudes del movimiento estudiantil. En 1898 los movimientos de las Facultades de Ciencias Juri?dicas y Sociales, asi? como las de Ciencias de la Salud, se unifican para organizar una serie de manifestaciones previo a la Semana Santa. Entre ellas surge un desfile bufo en contra de las injusticias y en pro de los desprotegidos que se llamo? La Huelga de Dolores.
Esta manifestacio?n ha tenido como esencia luchar en contra de las tirani?as, denunciar la ausencia democra?tica y reivindicar las causas ma?s nobles del ser guatemalteco y restituir los valores de la justicia. Acompan?a a este desfile un perio?dico sui generis que nace en la Facultad de la Salud, especialmente en la de Ciencias Me?dicas denominado No Nos Tientes. Era una sa?tira burlesca anual, consistente en comunicar un mensaje de protesta en forma creativa y burlarse de los funcionarios pu?blicos que no servi?an a sus habitantes; rechazaba la corrupcio?n, la prepotencia, la ausencia de valores dentro del Estado y la dilapidacio?n de los fondos pu?blicos, y su crisol se basaba en un o?rgano de comunicacio?n social, mediante escritos de gran calidad literaria y caricaturas alusivas a la situacio?n del pai?s y del mundo en general. (Sagastume, Marco Antonio. Síntesis Histórica, ed. 2013 p. 17).
Estos movimientos estudiantiles dieron lugar a que el 22 de mayo de 1920 se conformara la Asociaciòn de Estudiantes Universitarios (AEU) la cual dio lugar a la autonomía de las Facultades y más adelante a la autonomía universitaria, alcanzada en 1944, cuando se logró establecer que ningún gobierno puede interferir en sus políticas y está obligado a otorgar un presupuesto constitucional. Actualmente los estudiantes tienen el derecho de elegir a su rector cada 4 años.
Oferta académica
La Universidad de San Carlos cuenta con la mayor oferta académica de carreras en el país, aproximadamente 65 diferentes licenciaturas y 15 profesoras y técnicos universitarios, las cuales son impartidas dentro de sus 10 facultades centrales, más de 4 escuelas no facultativas y 17 centros universitarios regionales. Un número bastante mayor a lo que en sus inicios ofrecía, pues para 1681 el pensum de estudios incluía dos idiomas de la cultura económica de la época dogmática eclesiástica, derecho, ciencias médicas, teología y filosofía.
El edificio de la actual Rectoría fue inaugurado en 1963 en lo que hoy se conoce como la Ciudad Universitaria, la cual cuenta con una extensión de 177 manzanas, aproximadamente 126 hectáreas, y es que es tan grande que difícilmente se logra conocer a totalidad durante la vida universitaria. La Plaza de los Mártires, La Biblioteca, la Rectoría, las paredes con murales revolucionarios, el edificio del Centro de Aprendizaje de Idiomas (CALUSAC), el Iglú, la decena de cafeterías, las tiendas ubicadas afuera de las facultades, los espacios verdes, las mesitas para los estudiantes y otras cosas más conforman el campus central, lugares para algunos emblematicos.
Autonomía
El 9 de noviembre de 1944, la Junta Revolucionaria de Gobierno emitió el decreto No. 12, por medio del cual se otorgó autonomía a la Universidad de San Carlos de Guatemala. Entró en vigencia el 1 de diciembre de ese año.
Dicha concesión legal fue ratificada por Juan José Arévalo, en 1945, cuando asumió la Presidencia de Guatemala.
A partir de esa fecha se le otorgó a la Usac la libertad de cátedra, expresión y organización, ello significó sin duda, uno de los mayores avances del siglo pasado.
Con la ruptura de la denominada “Primavera Democrática”, el avance de la contrarrevolución y el establecimiento de los regímenes a partir de la década de los años 1960, cientos de estudiantes, catedráticos y trabajadores fueron torturados, muertos o desaparecidos. Muchos debieron salir del país para salvaguardar su vida o la de sus familias.
En el 2014, la Usac celebró 70 años de autonomía. Esta le garantizar tener gobierno independiente y una asignación presupuestaria del 5 por ciento anual de los ingresos del Estado. Dicha disposición tiene carácter constitucional.
El rector de la Usac en 2014, Carlos Alvarado, dijo entonces que la autonomía es un logro de la Revolución de 1944 que permitió mejorar el trabajo de docencia y extensión.
La Usac en los ojos de estudiantes de Arquitectura. (Video: tomado de Youtube)