El One World Observatory se ubica a una altura de 380 metros. Las autoridades prevén recibir hasta 10 mil visitantes por día, las entradas tendrán un costo de US$32 para adultos y US$26 para niños.
Además de poseer una posición geográfica estratégica que permite identificar lugares tan emblemáticos como el Empire State, el puente de Brooklyn o la Estatua de la Libertad, el One World Trade Center tiene una gran carga simbólica al haber sido construido en el terreno en el que antes se erigían las anteriores líderes del “skyline” neoyorquino, las Torres Gemelas.
Destinada a mostrar el orgullo de la recuperación neoyorquina tras la tragedia, la torre y su aguja tienen exactamente 1.776 pies de altura (542 metros), en referencia al año de la declaración de independencia de Estados Unidos, y de ahí se deriva su patriótico sobrenombre.
Curiosidades del proyecto
Cuando la persona pase su ticket por el lector óptico, recibirá un saludo en su idioma, su país se iluminará en un gigantesco globo terráqueo y aparecerá una conexión entre su lugar de origen y Nueva York.
En “Voices”, otro de los espacios destacados de la propuesta, ingenieros, arquitectos y empleados narran mediante videos cómo fue la construcción del nuevo World Trade Center. “Yo hago lo mismo que hizo mi padre en el primero: las vigas de acero”, cuenta en uno de ellos Thomas Mehalick.
El ascensor, el más rápido de Occidente. Eleva a los visitantes a casi 400 metros a toda velocidad. Ascienda casi 23 kilómetros por hora en 47 segundos.
“Símil cristal”. Aunque no está construido con ese material, sus pantallas brindan esa sensación. Apenas sube, el turista comienza contemplando una pradera, pero a medida que va ascendiendo surgen colinas, casas y, finalmente, rascacielos, hasta convertirse en testigo de los 500 años de historia de Manhattan.
Tour virtual. Cortesía One World Observatory
La sorpresa, en el piso 102. Al llegar a esa planta, al principio, parece que sólo resta por ver una típica película norteamericana. De pronto y sin previo aviso, la pantalla se abre y aparece una de esas vistas que quitan el aliento. Todo Manhattan, toda Nueva York, está de pronto a los pies del visitante, con sus islas, sus puentes y sus ríos, Nueva Jersey y, por supuesto, la Estatua de la Libertad.
Vea como fue el proceso de construcción del edificio. (Cortesía One World Observatory).