Entre los fallecidos se encontraba Rogelio Sánchez Galán, alcalde electo por el Partido Verde del municipio de Jerécuaro, de poco más de 50 mil habitantes.
Poco después del ataque, el gobernador de Guanajuato, Miguel Márquez, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), envió sus “condolencias” a los familiares de Sánchez Galán y de las “otras dos personas fallecidas en los mismos hechos.”
El Partido Verde emitió un comunicado en el que “condena” el crimen y aseguró que las dos personas que acompañaban a Sánchez Galán eran “sus colaboradores.”
Este grupo político consideró que los asesinatos representan “una amenaza en contra de la paz social” y exigió “una investigación puntual” al gobernador de Guanajuato y al alcalde en funciones de Jerécuaro, también del PAN.
Según las primeras investigaciones, sujetos que viajaban en dos camionetas emboscaron y asesinaron a las víctimas, abriendo fuego con sus rifles de alto poder en un negocio propiedad de Sánchez Galán, en las inmediaciones de una estación de autobuses.
Sánchez Galán ya había sido presidente municipal de Jerécuaro por el PAN (2009-2012) y había competido por una diputación federal por el izquierdista Partido de la Revolución Democrática.
Hasta el día de las elecciones intermedias, celebradas el pasado 7 de junio, cuatro candidatos o precandidatos a cargos habían sido asesinados sin que se hayan aclarado los motivos de las agresiones.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) del presidente Enrique Peña Nieto logró reforzar la mayoría en la Cámara de Diputados con su alianza con el polémico Partido Verde, que pasó de 27 a 47 diputados con un controvertido programa a favor del ‘fracking’ o la cadena perpetua y pese a multas de más de 30 millones de dólares por sus abusos en publicidad.