Dos veces en una semana —incluido en el funeral de uno de los policías— algunos agentes le dieron la espalda a De Blasio, lo que le agregó un ambiente de acritud a una ceremonia de graduación que suele ser festiva, la cual se llevó a cabo el lunes en la mañana en el Madison Square Garden.
Los 884 nuevos policías permanecieron impávidos en sus asientos cuando de Blasio fue presentado para hablar, y muchos en la audiencia emitieron vítores tibios.
Pero era posible escuchar algunos abucheos entre la multitud en los asientos reservados para familiares y amigos de los cadetes.
Aproximadamente una decena de personas en las gradas le dieron la espalda a De Blasio, con lo que emularon la mordaz posición de falta de respeto que cientos de agentes le mostraron al alcalde el sábado durante el funeral del agente Rafael Ramos, de origen puertorriqueño. Algunos parecían estar uniformados, pero no estaba claro si pertenecían al Departamento de Policía de Nueva York.
De Blasio, un demócrata elegido el año pasado bajo la promesa de mantener bajo el índice de delincuencia y reformar a la policía, elogió efusivamente a los nuevos agentes.
“Se requiere un tipo de persona especial para poner su vida en juego en bien de otros, para mirar de frente al peligro y superarlo”, afirmó. “Porque eso es lo que ustedes harán. Mirarán de frente al peligro y lo superarán. Ustedes mantendrán la paz”.
“Ustedes enfrentarán todos los problemas que azotan a nuestra sociedad, problemas que ustedes no crearon”, agregó.