Grecia evalúa la factura por reparaciones de guerra en US$185 mil millones, la mitad de la deuda griega.
El partido de izquierda radical Syriza y su aliado en el gobierno, el nacionalista Panos Kammenos, quieren reabrir esta cuestión simbólica para recordar a Alemania las páginas más negras de su historia.
Poco después de ser nombrado primer ministro, Tsipras hizo una ofrenda de rosas rojas en el memorial de los fusilados de Kesariani, cerca de Atenas, uno de los lugares simbólicos de la izquierda griega donde 200 comunistas fueron ejecutados por los nazis en 1944.
En su primera visita a Alemania, el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, aseguró que reabrir esta cuestión no va contra Alemania” sino “contra los nazis” de Amanecer Dorado, la tercera fuerza política en el país tras las elecciones del 25 de enero. Durante su campaña, Tsipras aseguró que defendería el derecho de Grecia a las compensaciones para “un pueblo que sangró y pagó cara la brutalidad del nazismo”.
La ocupación nazi de Grecia empezó en 1941 y fue una de las más brutales de Europa.
– Préstamos forzados –
Los nazis explotaron y saquearon todos los recursos de Grecia y forzaron al banco central griego a otorgar un crédito de 476 millones de reichsmarks que nunca fue devuelto.
En un informe de 2012, la cámara de diputados alemana, el Bundestag, evaluó ese crédito en US$8 mil 250 millones. Grecia lo evalúa por su parte en US$11 mil millones, según un informe confidencial entregado al ministerio de Finanzas y desvelado por el periódico To Vima.
Tras la capitulación alemana, la prioridad de los estadounidenses en Grecia era su lucha contra los comunistas por lo que pidieron a los griegos, en plena guerra civil y que se beneficiaron del ‘plan Marshall’, que dejaran de lado sus reivindicaciones hasta firmar un tratado de paz.
Tras la guerra, Alemania empezó su reconstrucción y no pagó prácticamente nada a sus antiguos enemigos. “Es evidente que esto contribuyó masivamente al milagro económico alemán”, según una nota de análisis de Rabobank.
“Alemania ha sido el país que menos ha pagado sus deudas durante el siglo XX”, recuerda el profesor de Historia Económica Albrecht Ritschl en una entrevista publicada por Der Spiegel en 2011.
En 1990, poco antes de la reunificación, las dos Alemanias firmaron el llamado ‘tratado 2+4’ con los aliados. Aunque en sentido estricto no fue un tratado de paz, Berlín consideró que ponía punto y final a la cuestión de las reparaciones de guerra.
Desde hace décadas, el griego Manolis Glezos, un símbolo de la resistencia contra los nazis, quiere que Alemania pague sus deudas. Esta cuestión tiene “una dimensión política y moral”, asegura este hombre de 92 años, que cuando tenía 18 descolgó la bandera nazi que ondeaba en la Acrópolis.
El año pasado, el presidente griego, Carolos Papulias, que también fue un resistente, aprovechó una visita a su homólogo alemán, Joachim Gauck, para pedirle la apertura de negociaciones sobre la cuestión, pero Gauck le recordó que “la vía legal está cerrada” y pidió perdón a los griegos por la violencia de los nazis en Grecia, las primeras disculpas de este tipo desde que terminó la Segunda Guerra Mundial.