Además de Chávez, no participan los presidentes de Ecuador y Nicaragua.
En su discurso inaugural, el anfitrión de la cumbre, el presidente colombiano Juan Manuel Santos, invitó a hacer “un alto en el camino” para reflexionar sobre la guerra contra las drogas lanzada en 1971 por el entonces presidente estadounidense Richard Nixon, y contemplar “los diferentes escenarios y las posibles alternativas para enfrentar este desafío con mayor efectividad”.
Obama, que se opone a la despenalización de la droga como propone el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, aceptó este sábado que “hay que sopesar la evidencia, tener un debate” al respecto, antes de la inauguración de la cumbre.
“No podemos ver el tema de la oferta sin considerar el tema de la demanda de los Estados Unidos” y debemos trabajar con países como México “no sólo en las drogas que llegan al norte sino en las armas y el dinero que van hacia el sur”, dijo Obama.
Las guerras de las drogas han dejado 50 mil muertos en cinco años en México y 20 mil sólo en 2011 en Centroamérica, sin contar las decenas de miles de muertos en otros países de la región también por la violencia que ha desatado en las ciudades el consumo de la pasta base de cocaína.
Santos afirmó también en su discurso inaugural que “sería inaceptable” otra cumbre de las Américas “con una Cuba ausente”, y reclamó el fin del cincuentenario embargo estadounidense a la isla, expresando la opinión unánime de los líderes de América Latina y el Caribe.
“El aislamiento, el embargo, la indiferencia, el mirar para otro lado, han demostrado ya su ineficacia. En el mundo de hoy no se justifica ese anacronismo. Así como sería inaceptable una próxima cumbre con un Haití postrado, también lo sería con una Cuba ausente”.
“No podemos ser indiferentes a un proceso de cambio en Cuba. Ese cambio debe continuar. Hay que conseguir consensos mínimos para que esos cambios lleguen a buen puerto, por el bien de su gente”, recalcó el presidente colombiano.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) anunció que no participará en ninguna otra cumbre de las Américas sin la asistencia de Cuba.
Estados Unidos y Canadá se oponen a la presencia de Cuba en estos foros.
“Manifestamos nuestra decisión de no participar en próximas Cumbres de las Américas sin la presencia de Cuba”, indicó el ALBA, integrado por Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, Cuba, Antigua y Barbuda y San Vicente y Granadinas, en un comunicado.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, boicoteó esta cumbre en protesta por la exclusión de Cuba.
La división en torno a Cuba impidió un acuerdo de los cancilleres el viernes sobre la declaración final de la reunión de Cartagena.
Además de Chávez, quien enfermo de cáncer parte este sábado a Cuba para finalizar su radioterapia, y de Correa, tampoco asistió a la cumbre el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega. Los tres son miembros del ALBA.
Los mandatarios volverán a reunirse durante dos horas y media el domingo, también a puertas cerradas.
Poco antes de la llegada de Barack Obama el viernes –en su primera visita a Colombia– dos explosivos de bajo poder estallaron en Cartagena sin causar daños o heridos. Otro pequeño artefacto también fue activado en Bogotá, cerca de la sede de la embajada de Estados Unidos, sin consecuencias.
Once agentes del servicio secreto, que protege a Obama, fueron suspendidos después de haber sido cuestionados en un caso de presunta prostitución en Cartagena. Otros cinco militares estadounidenses están siendo investigados por el mismo caso, ocurrido en el mismo hotel.