“Ella nos explicó que las plantas de marihuana crecieron solas, de semillas traídas por los pájaros. Y luego nos dijo que pensó que eran plantas de tomate, pero que no producían frutos”, añadió el policía cuyo equipo imputó a la mujer el lunes por “tráfico de drogas”.
“Al final, sin embargo, ella acabó por confesar que cultivaba marihuana desde hacía seis meses”, continuó el policía.
En la comisaría, los policías descubrieron que la mujer tenía antecedentes, y que años atrás había cumplido cárcel por homicidio en el estado de Minas Gerais (Sureste de Brasil) “por haber asesinado a su vecina”, completó el comisario.
La mujer vivía con su marido de 62 años en la casa, quien es ciego y no subía jamás a la terraza, según explicó en el interrogatorio.