Internacional

“Rusia nos debe una disculpa”, dice argentina de Greenpeace

Una activista argentina de Greenpeace reclamó este sábado al llegar a Buenos Aires una disculpa de Rusia, donde estuvo detenida cien días junto a otras 29 personas por participar de una protesta en el Ártico.

(Foto Prensa Libre: AFP)

(Foto Prensa Libre: AFP)

BUENOS AIRES- “Rusia nos debe una disculpa a todos pero no estoy aquí para hacer política, soy una activista que quiere defender el planeta”, dijo Camila Speziale, de 21 años, en declaraciones a la prensa en el aeropuerto internacional de Ezeiza, 30 km al sur, donde fue recibida por familiares y amigos.

La joven militante ecologista llegó a Argentina junto a otro activista, su compatriota Hernán Pérez Orsi, de 40, quien seguía viaje hacia la ciudad balnearia de Mar del Plata (400 km al sur) donde reside con su familia.

Pérez Orsi afirmó a la prensa que la experiencia que vivió “es algo para lo que uno no está preparado”.

“Uno va a hacer una protesta pacífica y recibe una agresión desmedida y violenta. No tiene ningun sentido. Nos quisieron usar de ejemplo, de chivo expiatorio”, estimó.

El hombre se manifestó orgulloso de haber sido contratado como tripulante del barco de Greenpeace: “Es como si a un futbolista lo llaman a la selección nacional”, comparó.

Ambos activistas, que dijeron no estar arrepentidos de lo hecho, coincidieron en que lo que pasaron en Rusia fueron “tres meses muy difíciles”.

“Pasa de todo por tu cabeza, estás con miedo, con angustia”, contó Pérez Orsi.

De su lado, Speziale dijo haber sido tratada bien en cuanto a las condiciones físicas, pero denunció “el daño sicológico por el aislamiento, sumado a un fuerte sentimiento de injusticia”.

“Todos sabían que éramos completamente inocentes. A mí me secuestran en forma ilegal en aguas internacionales, no en Rusia. Aceptamos la amnistía porque era el único camino que teníamos para volver”, se defendió Speziale.

Ambos reclamaron además la devolución a la ONG ecologista del barco “Artic Sunrise”, de cuya tripulación formaban parte junto a otros 28 activistas de distintas nacionalidades, cuatro de ellos rusos.

El “Artic Sunrise”, de bandera holandesa, fue detenido el 19 de septiembre por un comando ruso en helicóptero después de que parte de sus tripulantes llevaran a cabo una acción contra una plataforma petrolera de la empresa Gazprom en el Ártico para denunciar los riesgos ambientales de esta explotación.

Imputados en un primer momento por piratería, un crimen castigado con hasta 15 años de cárcel, los militantes finalmente fueron inculpados por vandalismo, un delito que se castiga con una pena de hasta siete años de cárcel.

Tras un período de detención en Murmansk (noroeste), los miembros de la tripulación fueron trasladados a San Petersburgo antes de ser amnistiados la semana pasada por una nueva ley del parlamento ruso.

Doce Premios Nobel de la Paz habían pedido al presidente Vladimir Putin la liberación de los activistas, además de centenares de protestas y expresiones de apoyo que recibieron en el mundo.

ESCRITO POR: