Internacional

Activistas elevan a 184 la cifra de muertos por atentados en Damasco y Homs

El número de fallecidos en los atentados deL domingo en zonas de mayoría chií de Damasco y la ciudad central siria de Homs ha ascendido a 184 personas, según los últimos datos difundidos el lunes por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

Los hospitales siguen atendiendo a los heridos por las explosiones. (Foto Prensa Libre: EFE)

Los hospitales siguen atendiendo a los heridos por las explosiones. (Foto Prensa Libre: EFE)

De esos muertos, al menos 120 —entre los que había más de 75 civiles y 19 milicianos progubernamentales— perdieron la vida por cuatro explosiones en el área de Sayida Zeinab, en el sur de Damasco.

Uno de los estallidos fue ocasionado por un carro bomba, mientras que otros dos fueron causados por terroristas suicidas que detonaron cinturones de explosivos adosados a sus cuerpos y el cuarto se desconoce su origen.


Sayida Zeinab, que alberga una mezquita del mismo nombre, se encuentra a unos 17 kilómetros al sur de la capital y está protegido por el grupo chií libanés Hizbulá, cuyos líderes insisten en que velan por proteger las áreas y santuarios chiíes de los ataques de los terroristas en Siria.

Por otro lado, la cifra de fallecidos por la explosión de dos carros bomba en el barrio de mayoría alauí  (secta a la que pertenece el presidente sirio, Bachar al Asad) de Al Zahrá en Homs ha aumentado a 64 muertos, entre los que hay 39 civiles, diez policías y milicianos prorrégimen y quince cadáveres no identificados.

El Observatorio no descartó que el saldo de víctimas mortales en ambos atentados sea superior porque hay decenas de heridos, algunos de ellos en estado grave.

Los medios de comunicación oficiales sirios también han elevado el número de muertos y heridos en esta cadena de ataques.

La agencia de noticias oficial siria, Sana, señaló que al menos 83 personas perecieron y 178 resultaron heridas por “tres estallidos terroristas”  en Sayida Zeinab, provocadas por un carro bomba y dos suicidas con cinturones de explosivos.

Mientras, en Homs, aumentó a 30 la cifra de fallecidos por el doble atentado perpetrado con dos vehículos cargados con bombas en el distrito de Al Zahrá, indicó Sana, que citó al gobernador provincial Talal al Barazi.

El grupo terrorista Estado Islámico  (EI) reivindicó ayer en sendos comunicados difundidos en internet la autoría de estos ataques en Damasco y Homs.

Los atentados coincidieron con el anuncio del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, de un “acuerdo provisional”  con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, para una tregua en el conflicto sirio.

“Se ha alcanzado un acuerdo provisional, un principio de acuerdo”  con Lavrov para detener las hostilidades “en los próximos días” , reveló Kerry en Ammán en una rueda de prensa.

La ciudad de Homs está controlada casi en su totalidad por el gobierno sirio, aunque regularmente ha sido blanco de atentados.


El barrio de Al Zahraa en particular ha sufrido varios ataques, el último de ellos el mes pasado, cuando al menos 22 personas murieron en un doble atentado suicida reivindicado por el EI.

“Los atentados coincidieron con la salida de la escuela, por lo que murieron varios alumnos”, precisó la televisión estatal siria.

A fines de enero al menos 70 personas murieron en un triple atentado cerca de ese mismo santuario, ataque que había sido reivindicado por el EI.
    

A la espera de Obama y Putin

En otras zonas del país, continuaban los combates. En la estratégica provincia de Alepo  (norte) , las tropas del régimen lograron avanzar gracias a una ofensiva lanzada a principios de febrero con el apoyo de la aviación rusa y el Hezbolá libanés.

Al menos 50 yihadistas del grupo Estado Islámico murieron en los combates con el ejército sirio en el este de la provincia y en bombardeos rusos, según el OSDH.

Además de Rusia, la coalición internacional dirigida por Estados Unidos está también implicada en el conflicto y bombardea al EI desde 2014. Y, desde hace una semana, Turquía lanza ataques aéreos contra las fuerzas kurdas sirias cerca de su frontera.

Esta situación muy compleja dificulta la aplicación de un acuerdo que sea aceptable para todas las partes interesadas para un alto el fuego.