El último ataque mortal tuvo lugar el pasado sábado y acabó con la vida de dos personas que se encontraban durmiendo en una vivienda.
Según el superintendente de la policía Deepak Kumar Thapa, el paquidermo acostumbra a llegar en silencio a la escena del crimen, destruye las cabañas y mata a aquellos que viven en su interior.
“Solo durante esa noche (por el sábado) destruyó tres cabañas y cultivos“, dijo por teléfono Thapa, que agregó que otra persona falleció el mes pasado mientras caminaba por la carretera.
“Extrañamente, el elefante no mata a animales, solo a seres humanos“, afirmó el superintendente.
Las autoridades han ordenado el despliegue de militares y policías en la zona con el cometido de encontrar y matar al elefante, pese a que en Nepal los animales salvajes están muy protegidos.