El avión presidencial Air Force One aterrizó cerca de las 21.30 hora local, más de dos horas antes de la hora prevista inicialmente.
A tan sólo ocho meses de dejar la Casa Blanca, Barack Obama pretende aprovechar este viaje para destacar dos de los pilares de su política en esta región del mundo, como el Acuerdo Transpacífico de Libre Comercio (TPP) y el fortalecimiento de los lazos con los países de la zona, frente la postura cada vez más ofensiva de Pekín en los conflictos territoriales.
Durante esta visita, se entrevistará con los principales dirigentes de este país comunista de más de 90 millones de habitantes, pronunciará un discurso en Hanói y finalmente viajará a Ho Chi Min, la antigua Saigón, convertida en el verdadero pulmón económico de Vietnam.
Luego de dos décadas de acercamiento espectacular, la Casa Blanca quiere pasar a una etapa superior.
“Durante la visita del presidente Clinton, el objetivo era normalizar las relaciones. Ahora, se avanza en varios frentes: intercambios comerciales, seguridad marítima, cuestiones estratégicas”, señaló Ben Rhodes, consejero cercano al presidente norteamericano.
Queda pendiente la cuestión sobre un posible levantamiento total del embargo de venta de armas, reclamado por Hanói, pero que provoca reticencias en Estados Unidos por el lento progreso en materia de derechos humanos.
El presidente Obama viajará después a Japón para participar en la cumbre del G7 antes de convertirse, el 27 de mayo, en el primer presidente norteamericano en ejercicio en visitar el Parque Conmemorativo de la paz en Hiroshima.