En medio de un fuerte rechazo en Argentina a la decisión de la Justicia de excarcelar a cientos de presos por riesgo a que contraigan el coronavirus, un caso ha llamado la atención.
BBC NEWS MUNDO
Coronavirus en Argentina | “Nunca le he deseado la muerte”: la madre que pidió que liberen al asesino de su hijo cuya salud corre peligro debido a la pandemia
La mujer ha vivido en carne propia la cárcel porque estuvo presa por razones políticas entre 1976 y 1983.
El comunicador social Alejo Hunau fue asesinado con una botella de vino en su apartamento en 2004. (Foto Prensa Libre: Alejo Hunau)
Se trata de una madre que escribió a las autoridades para apoyar el pedido de prisión domiciliaria para el asesino de su hijo.
Silvia Ontivero, cuyo hijo fue asesinado por Diego Arduino hace 16 años, señaló que estaba de acuerdo con que el hombre fuera excarcelado debido a que sufre de asma y su salud corre peligro por la pandemia de covid-19.
En febrero pasado, cuando Arduino cumplió la mayor parte de condena y tenía la posibilidad de lograr la prisión condicional, Ontivero había escrito a los jueces encargados del caso alentándolos a que rechazaran esa solicitud.
Pero ahora dice que la crisis sanitaria actual le ha hecho repensar el tema.
“He tenido rabia. He tenido odio. Pero nunca le he deseado la muerte”, escribió en una carta abierta.
Polémicas liberaciones
Arduino es uno de cientos de presos en Argentina a los que se les ha otorgado el beneficio de la prisión domiciliaria debido a ser considerados población de riesgo.
Muchos otros países, incluyendo en Latinoamérica a Chile, Colombia, México y Perú, han tomado medidas similares, siguiendo las recomendaciones de organismos internacionales de derechos humanos que han advertido sobre las peligrosas condiciones de hacinamiento en las cárceles.
Sin embargo, en Argentina estas liberaciones han generado una fuerte polémica.
El jueves último se realizó un masivo “cacerolazo” -desde terrazas y balcones, debido a la cuarentena- en rechazo a esta medida.
En medio de fuertes acusaciones, el presidente Alberto Fernández debió declarar públicamente que su gobierno no estaba alentando una liberación masiva de reclusos y que era la Justicia la que decidía.
Su ministra de Seguridad criticó a los jueces que han excarcelado a presos violentos, incluyendo a asesinos y violadores, uno de los temas que más ha causado indignación.
No obstante, y tras una serie de disturbios en varias cárceles, el mandatario respaldó la decisión de los magistrados de concederles arresto domiciliario a los presos condenados por causas leves, que integran los grupos de riesgo de contagio por coronavirus.
“Una sentencia de muerte”
Alejo Hunau, el hijo de Ontivero, de 33 años, era periodista y asesor del gobierno de Mendoza, una ciudad en el oeste argentino.
Fue asesinado en 2004 de un golpe en la cabeza con una botella de vino en su departamento.
Su asesino, Diego Arduino, quien huyó con algunas de sus pertenencias, fue sentenciado a 16 años de prisiónpor el crimen y cumplirá su condena en 2022.
Pero la semana última, una jueza mendocina decretó que Arduino formaba parte de un grupo de 400 prisioneros en esa provincia considerados en riesgo debido a sus condiciones de salud.
En una carta abierta enviada a la prensa local, Ontivero dijo que había pensado mucho y ahora apoyaba la idea del arresto domiciliario.
“Estamos hablando de algo diferente ahora. Una pandemia. Hay hacinamiento en las cárceles y puedo imaginar el miedo que sienten las personas que están ahí adentro”, escribió.
Además, le dijo al sitio de noticias TN que mantenerlo en prisión sería una sentencia de muerte, algo a lo que siempre se había opuesto.
Suficiente tiempo para reflexionar
Ontivero es alguien que ha vivido en carne propia la reclusión: durante el último régimen militar (1976-1983) estuvo presa por razones políticas durante siete años.
En la carta que escribió en febrero, cuando rechazó el pedido de prisión condicional de Arduino, señaló que su encarcelamiento le había dado tiempo para reflexionar y quería asegurarse de que Arduino tuviera suficiente tiempo para hacer lo mismo, y convertirse en un mejor hombre.
“Tuve alguna esperanza que todos esos años le sirvieran para estudiar, adquirir un oficio, escribir, en fin tantas cosas que veo (…) que no ocurrieron”, señaló.
Sin embargo, tras apoyar su pedido de excarcelación por cuestiones de salud afirmó:
“Pienso y deseo que es una nueva oportunidad para que se dé cuenta que la vida le pone en bandeja un nuevo reto y es que cambie su vida de una buena vez“.
“No siento alegría, como quizás su familia. Solo siento tranquilidad de haber hecho lo que creo profundamente que es lo correcto y su última oportunidad de cambiar y transformarse en un hombre de bien”, agregó, en su carta.
“No es igual”
La semana última, la controversia por la liberación de presos se ahondó luego de que Carlos Capdevila, un médico condenado por crímenes de lesa humanidad durante el régimen militar, fuera incluido entre los prisioneros que recibieron arresto domiciliario.
Un juez dijo que el prisionero de 70 años, que trabajó en el notorio centro de detención de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) durante la dictadura, formaba parte del grupo de riesgo frente a la pandemia de covid-19 debido a que padece “presión arterial alta, cáncer de próstata y dificultades motoras”.
Al respecto, Ontivero señaló en su carta que no estaba de acuerdo con que se excarcele a “genocidas“y explicó por qué “no es igual” al pedido que hizo el asesino de su hijo.
“Esa gente torturó, violó, desapareció tantos compatriotas, tiró al mar miles de jóvenes, robó bebés recién nacidos”, escribió.
“Ya condenados, siguieron tomando actitudes criminales”, afirmó, en referencia al “pacto de silencio” que realizaron, por el cual aún se desconoce el paradero de miles de desaparecidos durante el régimen militar.
“Urge hacer una diferencia”, señaló.