Pero él está convencido de que los servicios de seguridad rusos estuvieron involucrados, informa Nick Sturdee.
BBC NEWS MUNDO
El bloguero checheno que escapó de un intento de asesinato en Suecia (y por qué sospecha que Rusia está involucrada en el ataque)
Sergei Skripal fue envenenado con el agente nervioso Novichok, Alexander Litvinenko fue asesinado con polonio radioactivo... en contraste, el hombre que atacó al bloguero checheno Tumso Abdurakhmanov estaba armado con nada más que un martillo.
Es el 26 de febrero de 2020. Un hombre semidesnudo está recuperando el aliento y se graba a sí mismo en la penumbra. Acaba de agarrar el teléfono y está transmitiendo en vivo en Instagram.
Cambia del modo selfie y vemos a un segundo hombre, completamente vestido, acostado boca abajo junto a una cama. De su cabeza, un rastro de sangre espesa a lo largo de un piso por el que aparentemente fue arrastrado.
“¿Quién te envió?”, pregunta el hombre que está filmando. “¡¿Quién te envió?!”, repite, alzando la voz.
Se llama Tumso Abdurakhmanov, y es un bloguero checheno que vive escondido en la ciudad de Gavle, en el este de Suecia.
Está sosteniendo un martillo y mira ansiosamente sobre su hombro, claramente preocupado de que pueda haber alguien más en el piso.
“¡Quién te envió, te pregunté!”
El hombre gime. Dice débilmente que fue enviado por un hombre de Grozny, la capital chechena. Y que él es de Moscú.
“¿Cómo conseguiste mi dirección?”, pregunta Tumso.
“Ellos me la dijeron”.
“¿Y cuál es tu nombre?”
“Ruslan”.
Tumso Abdurakhmanov es un solicitante de asilo, y acaba de golpear a un hombre que lo agredió con un martillo mientras dormía.
Esperaba que le sucediera algo así. En los seis meses anteriores, otros dos solicitantes de asilo chechenos han sido atacados, uno asesinado a tiros en un parque de Berlín y el otro apuñalado en un hotel en el norte de Francia. Le habían prevenido que también habían puesto precio a su cabeza.
Tres meses después, Tumso, de 34 años, habló con la BBC desde una nueva ubicación secreta en Suecia. Describe como aquel día fue despertado por una serie de golpes en la cabeza, las dificultades para salir de debajo de su edredón y la agotadora pelea que siguió, dentro y fuera de la cama.
Tumso no es un hombre grande, pero en cierto momento logró, aturdido, ponerse encima de su agresor y ver su propia sangre gotear sobre la cara del atacante. Mientras peleaban, el martillo cayó de sus resbaladizos guantes de lana. Tumso lo agarró y le dio varios golpes en la cabeza.
“Para empezar, se defendió ferozmente, trató de protegerse. Pero después de algunos golpes con el martillo, comenzó a hablar conmigo. Hasta entonces no habíamos hablado en absoluto. No sabía si hablaba ruso, o quién era. Dio su nombre. Dijo: ‘Por favor, no me pegues. Te diré todo’“.
La policía llegó para encontrar el espeluznante espectáculo de dos ciudadanos rusos, con la cabeza ensangrentada por una pelea con un martillo. El hombre más grande y completamente vestido ya había caído en la inconsciencia.
El menos herido de los dos, Tumso, fue arrestado. Pero después de tres días de interrogatorios policiales, fue reclasificado como víctima de un delito, y el segundo hombre, Ruslan Mamaev, de 29 años, fue detenido bajo sospecha de intento de asesinato, algo que él niega.
En un desarrollo extremadamente raro, la investigación pasó a los Servicios de Seguridad suecos. Para el abogado de Tumso, Jens Sjolund, la razón es clara: sospechas de que otro Estado está detrás del ataque. Rusia.
Prominente opositor
Tumso Abdurakhmanov es uno de los más de 130.000 refugiados chechenos en países europeos, muchos de los cuales han huido del violento y tiránico gobierno del líder de la república semiautónoma respaldado por el Kremlin, Ramzan Kadyrov.
Él se fue hace tres años después de que a una disputa con el entonces alcalde de Grozny, el primo de Kadyrov, le siguieran amenazas sobre su desaparición -secuestro, tortura y posiblemente asesinato-, como a tantos otros críticos del régimen.
Desde entonces se ha convertido en el oponente más influyente y destacado de Kadyrov en una blogósfera repleta de emigrados.
Con más de 350.000 suscriptores en sus canales de YouTube, a pesar de que la población chechena es de solo 1,2 millones, ataca implacablemente el poder aparentemente ilimitado de Ramzan Kadyrov en Chechenia, los abusos a los derechos humanos del régimen y su corrupción.
“Venganza de sangre”
Nuevos problemas surgieron para el bloguero luego de una larga conversación telefónica con la mano derecha de Ramzan Kadyrov, el presidente del parlamento checheno, Magomed Daudov.
En Chechenia, este temido hombre, que se cree es el responsable de la bien documentada campaña de persecución de la comunidad gay de la república, es conocido simplemente por su apodo “Lord”.
Lord inició la conversación con Tumso, pero el bloguero lo criticó, y luego publicó todo en YouTube. Más tarde, cuando Tumso llamó públicamente traidor al padre de Kadyrov, Akhmat, por ponerse del lado de los rusos en su invasión de la república en 1999, Lord decidió que era hora de darle una lección.
En marzo del año pasado, Lord publicó un anuncio extraordinario para un funcionario del Estado ruso en servicio.
“Tumso”, dijo, mirando su teléfono mientras se filmaba a sí mismo, “oficialmente te lo digo, de mi parte y de mis hermanos. Sabes quiénes son mis hermanos. Hablaste de Akhmat (Kadyrov), y esto es ahora una venganza de sangre. Mientras tenga sangre en mis venas, eres mi enemigo y el enemigo de mis hermanos. Y te encontraremos“.
La tradición de la venganza, el asesinato por venganza de un asesino o su familiar, sigue muy presente en Chechenia. Que Tumso no hubiera matado a nadie no parecía un problema para Lord.
Continuó diciendo que Tumso en realidad no sería asesinado, simplemente pasaría un “tiempo increíblemente divertido”. Pero para los chechenos, la palabra para venganza de sangre que Lord usó -“chir”- no deja lugar a dudas.
Las cosas parecían aún más siniestras para Tumso cuando las redes sociales progubernamentales transmitieron las declaraciones de la familia que le quedaba en Chechenia -un tío anciano y otros dos familiares- repudiando al bloguero. Más que eso, explícitamente daban permiso para que lo asesinaran.
“Déjenlos hacer lo que quieran”, dijeron el tío y los primos de Tumso. “Ya no es parte de nuestra familia. A partir de este momento, si alguien lo mata, permitimos que esa persona tome su sangre”. La familia de la víctima estaba tolerando públicamente una venganza de sangre, evidentemente bajo coacción.
Inquietante coincidencia
El ataque tuvo lugar el día del cumpleaños de Lord, un hecho que recuerda inquietantemente al asesinato en 2007 de la periodista Anna Politkovskaya, una de las críticas más prominentes de Kadyrov y Vladimir Putin, quien fue asesinada a tiros en el cumpleaños de Putin, el 7 de octubre.
En una desafiante publicación en Instagram después del interrogatorio de la policía, Tumso se filmó sonriendo y guiñando un ojo burlón a la cámara, con el mensaje escrito: “¡Feliz cumpleaños, Daudov! Lo siento, llego un poco tarde”.
https://www.instagram.com/p/B9K3733oARl/
Agregó el emoji de un martillo.
Tumso, y muchos chechenos, no tenían dudas de quién estaba detrás del ataque. Las autoridades chechenas niegan su participación.
Varios asesinatos
Los chechenos en la diáspora dicen que viven bajo la constante amenaza de represalias y violencia.
Los críticos han sido golpeados y presionados, y los oponentes de Kadyrov asesinados a lo largo de los años, en Qatar, Austria, Turquía y Dubai, así como en Moscú y en Chechenia. Algunos eran militantes influyentes, a veces acusados de ataques terroristas en Rusia, pero otros eran rivales políticos, o simplemente críticos.
Las fuerzas de seguridad rusas parecen haber estado involucradas en más de uno de los asesinatos.
El pasado agosto, Zelimkhan Khangoshvili, un comandante de alto rango en la segunda guerra chechena (1999-2005), fue abordado por un hombre vestido de motociclista en el parque Kleiner Tiergarten en Berlín.
Khangoshvili se dirigía a su mezquita local para las oraciones del viernes, y por alguna razón se desvió hacia el parque. Su familia cree fue atraído hasta allí.
El agresor le disparó varias veces, matándolo con un disparo en la cabeza. Luego se subió a un scooter de alquiler y escapó a un lugar apartado cerca del río Spree, donde se puso una camiseta rosa y pantalones cortos, y arrojó una bolsa al agua.
Dos adolescentes presenciaron la escena y llamaron a la policía. El hombre fue arrestado minutos después, justo antes de que pudiera desaparecer entre la multitud de turistas en el centro de Berlín.
Presentó un pasaporte ruso válido con un nombre falso. Se recuperó la bolsa del Spree que contenía la ropa de cuero, una peluca y una pistola Glock.
El crimen había sido planeado de manera experta y, de no haber sido por los dos jóvenes, el asesino probablemente habría escapado sin ser descubierto.
Había llegado a Berlín horas antes del asesinato, después de viajar a Polonia, donde se cree que recogió la pistola. Sabía exactamente dónde y cuándo encontrar a Khangoshvili, tenía un medio de escape plantado precisamente donde lo necesitaba, y evidentemente tenía un plan de salida predeterminado.
Debe haber estado operando con cómplices e inteligencia detallada, lo que genera sospechas de un golpe sofisticado por parte de la inteligencia rusa.
Estas sospechas crecieron después de que el periodista Christo Grozev, del sitio web de investigación Bellingcat, dio a conocer la verdadera identidad y biografía del asesino: un exsoldado de las fuerzas especiales rusas llamado Vadim Krasikov.
Este hombre ya había cometido al menos tres asesinatos por encargo en Rusia, de hombres de negocios y un político regional, y había sido protegido de la justicia por intervención de los servicios de seguridad rusos, el FSB.
Después de identificar el número de teléfono de Krasikov, a través de documentos en internet relacionados con la compra de un automóvil por parte de su esposa, Grozev luego usó datos de teléfonos móviles filtrados para rastrear sus movimientos durante las semanas previas a su viaje a Berlín.
Además de su hogar, los lugares donde Krasikov había pasado la mayor parte del tiempo eran la oficina antiterrorista del FSB en Moscú, durante algunas horas seguidas, y un campamento de entrenamiento de fuerzas especiales del FSB de alta seguridad y muy restringido a las afueras de Moscú, donde había estado tres días antes de viajar.
Al parecer, los servicios de seguridad rusos habían entrenado y enviado a un hombre procedente del mundo criminal para eliminar a alguien percibido como un enemigo en las calles de Berlín. Grozev no se sorprendió.
“El FSB tiene su propio contingente de exoficiales”, dice. “O simplemente delincuentes en los que pueden confiar o quienes están en deuda para siempre por, por ejemplo, material comprometedor sobre ellos. El FSB es una organización muy corrupta y en expansión”.
En enero, un segundo checheno fue asesinado por otro asesino de paso, esta vez, en Francia. A diferencia de Khangoshvili, la víctima no era un ex comandante militar, no era una amenaza potencial a la seguridad, sino un bloguero sobre medicamentos para el desorden de estrés postraumático, que había insultado a Ramzan Kadyrov en internet.
Aunque Tumso Abdurakhmanov estaba en Suecia en ese momento, se le informó sobre la aparición de un sospechoso checheno, Usman Mamadiev, entre la diáspora en Berlín.
Inmediatamente temió por la seguridad de su esposa, hijos, madre y hermano, que vivían en la capital alemana. Él proporcionó detalles sobre Mamadiev a la policía alemana. Pero este, sin embargo, viajó a Bélgica.
Allí visitó al bloguero, Imran Aliev, con quien había entablado amistad en internet, fingiendo ser un paciente con cáncer que viajaba a Europa para recibir tratamiento.
El 29 de enero, los dos viajaron a Lille, en el norte de Francia, registrándose en el Hotel Coq Hardi. A la mañana siguiente, el cuerpo de Aliev fue encontrado en su habitación, con 135 heridas de arma blanca. Para entonces, Mamadiev se había ido a Berlín y pronto estaría en un vuelo de regreso a Moscú.
Tras el asesinato de Aliev, Tumso llevó a cabo una investigación y publicó los resultados en internet.
Dijo que había establecido la conexión de Mamadiev con un aliado cercano de Kadyrov, miembro del Parlamento ruso por el partido gobernante Rusia Unida, Adam Delimkhanov. También informó que Mamadiev había sospechosamente comprado un automóvil poco después de su regreso a casa.
Las autoridades chechenas han negado su participación en el asesinato de Imran Aliev. No ha sido posible comunicarse con Mamadiev para obtener sus comentarios.
Menos de un mes después, el mismo Tumso era el objetivo. Su cabeza y cuerpo están marcados por cicatrices y heridas por los golpes de martillo, y es extremadamente afortunado de estar vivo.
Por fortuna, tal vez, su familia permaneció en Alemania.
Sin vínculos aparentes con Chechenia
A diferencia del asesino de Khangoshvili, el atacante de Tumso, Ruslan Mamaev, no había viajado con una identificación falsa.
Incluso es fácil encontrar su página de Facebook, donde el último comentario es de su padre, Marat, deseándole un feliz cumpleaños en agosto pasado.
Las fotos revelan a un hombre alto con rasgos asiáticos y cabello oscuro, sentado en lo que parece un café de moda, con tapices de Asia Central detrás de él.
Mamaev es originario de Kazajistán, pero se mudó a Omsk, en Siberia, cuando era niño. Allí comenzó la universidad pero abandonó antes de viajar a Moscú y aparentemente trabajar en la construcción.
A juzgar por un fallo de un tribunal en 2018, Mamaev parece haber tenido problemas de dinero. Se le ordenó pagar medio millón de rublos (alrededor de US$6.800) que había pedido prestado a un banco.
La BBC se puso en contacto con algunos de los amigos de Mamaev y su familia. Su novia dijo a través de redes sociales él nunca le haría daño a otra persona, que toda la familia está en estado de shock y que ella no entiende cómo o por qué fue a Suecia. Aparte de eso, nadie parece querer hablar.
Nada en la biografía de Mamaev parece sugerir que sea un asesino, ni ninguna conexión previa con Chechenia. Pero los registros de datos de vuelo en Rusia, filtrados a Bellingcat, demuestran que viajó a Grozny en dos ocasiones poco antes de viajar a Suecia.
Regresó a Moscú de su segundo viaje el 15 de febrero. Cinco días después, reservó su vuelo a Copenhague para el 24 de febrero. Dos días después estaba en el departamento de Tumso en Suecia, con un martillo.
También se supo que inmediatamente después de su viaje de diciembre a Grozny, Mamaev voló a Copenhague, en lo que parece un breve reconocimiento.
Según Bellingcat, era la primera vez que viajaba fuera de la antigua Unión Soviética, y no habla idiomas extranjeros. Al igual que Krasikov en Berlín, probablemente estuvo recibiendo ayuda de cómplices.
Una segunda persona, una mujer chechena, ha sido detenida por la policía sueca como sospechosa. La mujer viajó a Suecia desde Francia poco antes del ataque.
Y el segundo fin de semana de junio, las autoridades suecas anunciaron el arresto, en ausencia, de un tercer ciudadano ruso. Fue nombrado como Imran Khaskhanov, un checheno de la ciudad natal de Mamaev, Omsk, y también se cree que viajó a Suecia en el momento del ataque.
El motivo de Mamaev para aparentemente intentar matar a un hombre que no conocía no está claro, pero Tumso tiene una teoría.
Tumso cree que las deudas de Mamaev pueden haberlo dejado vulnerable al reclutamiento y la explotación de aquellos que querían organizar un intento de asesinato que pudiera ser fácilmente denegado.
Tumso está convencido de que la organización del ataque estuvo más allá de las habilidades del círculo de Kadyrov.
Mamaev había logrado la dirección de Tumso en la clandestinidad, atravesar una puerta que requería un código PIN y encontrar y entrar a su departamento sin ser visto mientras dormía. El bloguero cree que esto apunta a la participación del FSB.
Rusia y Chechenia: “un matrimonio de conveniencia”
Pero Tumso no es un desertor de la inteligencia militar rusa, como Sergei Skripal, o un ex oficial del FSB que trabaja como consultor para la inteligencia británica, como Alexander Litvinenko.
¿Por qué el FSB organizaría un intento de asesinato contra un bloguero checheno que vive en Suecia? Tumso, de nuevo tiene una explicación: dinero.
“Tengo la sospecha, que no puedo probar ni confirmar, que el FSB puede haber vendido esa información a Kadyrov. Y si eso es cierto, no hay nada remotamente extraño en eso”, dice.
“Esto es Rusia, y es totalmente normal que diferentes estructuras estatales vendan cosas entre sí. En Chechenia lo hemos visto durante mucho tiempo”.
La relación entre Rusia y Chechenia, una de las 22 repúblicas de la Federación de Rusia, es en parte financiera. Moscú apoya a Chechenia al aportar millones de dólares. A cambio, las brutales reglas de Kadyrov aseguran que no haya disidencia.
“Es un matrimonio de conveniencia”, dice Katya Sokirianskaia, del Centro de Análisis y Prevención de Conflictos con sede en Moscú.
“Muy claramente, Putin piensa que Ramzan (Kadyrov) está resolviendo sus problemas en Chechenia. Por otro lado, por el lado de Ramzan, está muy claro que Vladimir Putin garantiza su supervivencia biológica: la supervivencia del mismo Ramzan y su familia, sus hijos y sus amigos cercanos, su círculo”.
Porque Kadyrov y su círculo, como ellos bien saben, no solo pueden declarar venganzas de sangre, sino que también pueden ser objeto de ellas.
“Ramzan Kadyrov tiene enemigos de sangre, y muchos de sus socios también. Tienen sangre. Gente que los culpa por muertes y humillaciones. Y están esperando el momento para vengarse, para ejecutar esta venganza de sangre. Y los chechenos pueden esperar mucho tiempo”.
No se sabe quién ordenó a Ruslan Mamaev viajar a Suecia y atacar a Tumso con un martillo mientras dormía. No se sabe si el FSB estuvo involucrado, y no se puede probar que fue la ejecución de una venganza de sangre.
Pero el segundo funcionario público más poderoso de Chechenia amenazó expresamente con una acción así, y las redes sociales progubernamentales efectivamente la justificaron con la declaración hecha por los familiares de Tumso, en la que dieron su consentimiento para llevar a cabo el crimen.
Y por esto, parece que ni Kadyrov ni el gobierno checheno han recibido ninguna crítica del gobierno ruso, ni del presidente Vladimir Putin.