El fenómeno fue llamado migración “cero” (las cifras incluso estaban por debajo de cero), pues la balanza se mantenía más cargada del lado del regreso de los mexicanos.
BBC NEWS MUNDO
¿El fin de la migración “cero”?: por qué ahora menos mexicanos regresan a su país desde EE.UU.
Hasta hace no mucho, la tendencia era que más migrantes mexicanos regresaban a su país desde Estados Unidos que los que iban a buscar el "sueño americano".
Pero eso podría estar cambiando.
El centro de estudios Pew Research Center (PRC) mostró que cada vez menos migrantes mexicanos vuelven a su tierra, mientras que los que migran al país del norte siguen haciéndolo en un número constante.
“Lo más reciente que vimos es que el retorno cayó. Volvió a niveles que habíamos visto más o menos de 1995 a 2000“, explica a BBC Mundo Ana González Barrera, autora del estudio del PRC publicado en julio.
“Y entonces, aunque no ha subido la migración de mexicanos hacia Estados Unidos, el número que se han regresado se detuvo. Y esto hizo que el flujo se volviera otra vez positivo. No había estado en números positivos desde hace más de una década“, señala.
Sin embargo, para la investigadora sobre migración Luciana Gandini, de la Universidad Nacional Autónoma de México, los números aún no muestran que la migración “cero” esté finalizando.
Pero sí hay políticas más duras de EE.UU. que están deteniendo a los mexicanos migrantes en la frontera.
“Ese nivel de control fronterizo es el que está evitando el cruce de flujos de diverso tipo hacia EE.UU.”
¿Por qué se dio la migración “cero”?
Antonio Villanueva es uno de los cientos de miles de mexicanos que en la década pasada contribuyeron al fenómeno de la migración “cero”.
El hombre de 46 años, originario de Michoacán, llegó en 1998 al estado de Colorado y regresó a México en 2010, cuando el empleo en la rama de la construcción fue uno de los más golpeados por la crisis económica de 2008.
“No había nada. Todas las cuadrillas [de trabajadores] estaban paradas. (…) Yo andaba solo, no traje familia, así que pare mí fue más fácil la decisión de volver [a México]”, explica a BBC Mundo.
En las últimas dos décadas, la gran afluencia hacia el norte desde México fue decayendo e incluso tuvo un efecto inverso: en el periodo de 2005 a 2014 más mexicanos volvieron a su país que los que se fueron.
A eso se le consideró una migración “cero”, o “menos de cero”.
“El máximo de retornados a México desde EE.UU. fue sobre todo en el periodo entre 2005 y 2010, siendo el principal factor de esos años la pérdida de empleos derivada de la gran recesión de 2007 y 2008”, explica González Barrera.
La crisis económica de esos años afectó sectores que emplean a muchos mexicanos, entre ellos la agricultura y la construcción.
Pero también el endurecimiento de las leyes y estrategias migratorias generaron más deportaciones y detenciones, lo que desincentivó el cruce.
Villanueva, que había regresado a México en 2010, dice que se volvió a EE.UU. “en los tiempos de las autodefensas en Tierra Caliente”, un periodo de violencia en el estado de Michoacán en 2012.
“Batallé bastante en la frontera. Estuve cinco o seis meses en Matamoros porque estaba difícil cruzar”, explica el hombre que ahora vive en el sur de Florida.
Los controles fronterizos y las deportaciones en la época de Barack Obama inhibieron la migración mexicana hacia EE.UU., según el PRC.
Sin embargo, también hubo en México factores demográficos que alteraron la balanza de la histórica migración mexicana al país vecino.
La población mexicana ha envejecido en su conjunto, lo que ha movido la fuerza laboral: ya no hay tantos jóvenes que necesitan las mejores oportunidades laborales que ofrece EE.UU., como en la segunda mitad del siglo XX.
Y las necesidades familiares ya no son las mismas: “Antes, en una familia de nueve personas, dos o tres de ellos vendrían, por ejemplo. Y ahora hay familias de 4 personas, incluyendo papás, por lo que no hay tantas personas dispuestas a hacer el viaje”, dice González Barrera.
Si bien la mayoría de migrantes retornados entrevistados a su retorno a México dijeron que volvían para reunificar la familia, tanto Gandini como González Barrera dicen que esa respuesta no suele ser el motivo único o principal.
De forma similar ocurre en el sentido inverso: “La gente que se quiere ir de México no solo es por un tema económico, es por la persecución del narco, por las violencias institucionales, por el crimen organizado. Querer salir de las comunidades tiene que ver con una situación mucho más compleja, quizás, que hace una o dos décadas atrás”, dice Gandini.
¿Qué está pasando ahora?
En Estados Unidos viven unos 47 millones de inmigrantes no nacidos en ese país (de 329 millones de habitantes), de los cuales una cuarta parte son de origen mexicano.
Ese número ha sido históricamente tan grande producto de lo que el PRC llama “una de las migraciones masivas más grandes de la historia moderna”: unos 16 millones entre 1965 y 2015.
Según el cambio visto por el PRC entre 2013 y 2018, en ese periodo unos 870.000 mexicanos migraron a EE.UU., pero solo 710.000 optaron por regresar, una diferencia de 160.000 a favor de la migración.
“Esto hizo que el flujo se volviera otra vez positivo, que no había estado en números positivos desde hace más de una década. Pero sigue estando a niveles muy bajos históricamente”, añade.
Para Gandini, sin embargo, 27.000 migrantes por año entre 2013 y 2018 (lo que da el número aproximado de 160.000) es una cifra muy pequeña: “En la época de oro o de bonanza de la migración, esos números rondaban alrededor del medio millón por año”.
“Entonces todavía estamos lejísimos de lo que era el patrón migratorio tradicional de México a Estados Unidos”, añade.
Además, en los últimos años los mexicanos han tenido mayores oportunidades de migrar legalmente a través de las visas de trabajo temporales que benefician tanto a trabajadores agrícolas como a profesionales, parte de los acuerdos de libre comercio.
“Sí nos hemos dado cuenta que en años recientes más mexicanos están aquí con un estatus legal que antes. Ahora la mayoría de mexicanos o más de la mitad está aquí con un estatus legal y antes, la década pasada, era al revés. La mayoría estaba con un estatus no autorizado”, dice González Barrera.
Un futuro incierto en la balanza
Para Antonio Villanueva, volver a México como lo hizo en 2010 está para “pensarse dos veces”.
“Con todo lo que ha habido con (el presidente Donald) Trump, está más caro y más difícil sobre todo regresar si las cosas no salen bien allá en Michoacán”, dice.
Estudios del PRC y otras instituciones estadounidenses señalan que la mejora de la economía en México es un incentivo para el retorno de mexicanos. Villanueva dice que sí hay mejores condiciones que cuando se fue la primera vez en 1998, “pero no tanto”.
Gandini explica que las cifras no muestran una mejora económica en México. La pobreza en 2008 y 2018 era prácticamente la misma (49%), así como el empleo informal (48%-52%).
“Las condiciones de origen están igual o peor, depende cómo se lo mire”, dice.
En los últimos años, los mexicanos siguen intentando emigrar a EE.UU. pero se han encontrado con políticas como la “deportación exprés” instaurada en el gobierno de Trump.
“La detención tenía una duración de 96 minutos. Imagínate lo que implica esto, que no te alcanzan ni a preguntar el nombre”, dice Gandini.
“Y eso hace que no puedas contabilizar ese flujo porque la gente no cruza, o cruza pero es deportada inmediatamente. Entonces no puedes medir esa cantidad de personas”.
González Barrera coincide en que no es claro qué pasará con la balanza de la migración, si seguirá siendo positiva hacia los cruces a EE.UU. o se mantendrá en la tendencia “cero”.
“Los últimos datos del lado mexicano muestran que el retorno de mexicanos sigue a la baja hasta 2020. Y es probable que sigamos viendo la misma tendencia hasta antes de la pandemia, que cambió muchas cosas”, señala.