La oficina de turismo de Rio espera que al menos 1,3 millones de personas concurran al “Cordao de Bola Preta” , aunque sus organizadores esperaban más de dos millones.
Niños, jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, la fiesta que el bloco montó en el centro de Rio es democrática y acoge a todos los que quieran divertirse. No hay límites de ningún tipo.
“Éste es un momento único: podemos hacer lo que queramos, vestirnos como queramos, tomar toda la cerveza del mundo. Esperamos todo el año por esto” , comentó a la AFP Aldemir Sena, de 26 años, mientras empinaba vasos y vasos de esa bebida que, con el calor de este sábado, parecía vital.
Antes de las nueve de la mañana ya había 30 grados de calor, una típica mañana de verano. Y a medida que avanza el día la temperatura aumenta.
Pero no sólo literalmente: en esta época, casi 500 grupos de carnaval se toman las calles de la Cidade Maravilhosa día y noche, con millones de fiesteros recorriendo los barrios de Rio detrás de un camión con altoparlantes. La multitud baila, ríe, bebe cerveza, se besa apasionadamente.
El carnaval inunda ese país por varios días. También en Sao Paulo, los blocos callejeros han cobrado fuerza los últimos años y miles y miles de paulistas se sacuden la seriedad de esa ciudad volcada a los negocios y se ponen pelucas, alas, coronas de flores y cualquier cosa extravagante para disfrutar el carnaval.
En la ciudad de Recife, en el noreste de Brasil, el “Bloco Galo da Madrugada” también arrastra multitudes por las calles en este sábado de carnaval. Se esperaban más dos millones de personas.
En Rio, el famoso Sambódromo brillará más intensamente cuando la noche del domingo y del lunes desfilen las mejores 12 escuelas de samba para competir por el primer lugar.
Casi un millón de turistas, el 70% brasileños, llegan a Río para participar del Carnaval. La mayoría de los hoteles estará ocupada y las festividades dejarán más de 1.200 millones de reales (USD 420 millones) a la ciudad.