La decisión, que fue anunciada por la presidenta de la Corte Suprema, Brenda Hale, fue tomada de manera unánime por los 11 magistrados.
“La decisión de aconsejar a Su Majestad de suspender el Parlamento fue ilegal porque tenía la intención de prevenir la capacidad del Parlamento de realizar sus funciones constitucionales sin una justificación razonable”, dijo Hale.
En la sentencia también se señala que la “suspensión nunca ocurrió“, por lo que el Parlamento puede volver a reunirse en cualquier momento.
El vocero de la Cámara de los Comunes, John Bercow, anunció que el Parlamento “volverá a funcionar este miércoles a partir de las 11:30 am (hora local)”.
Por su parte, el primer ministro Boris Johnson, quien se encuentra en Nueva York participando en la Asamblea General de las Naciones Unidas, dijo que respetará la decisión de la Corte Suprema aunque no está de acuerdo con ella.
Tercer golpe
Entre las personas que llevaron el caso ante la Justicia se encontraba John Major, quien fue primer ministro entre 1990 y 1997.
En una de las sesiones ante la Corte, Major acusó a Johnson de engañar a la reina Isabel II -quien autorizó la suspensión del Parlamento- e indicó que sus verdaderas intenciones fueron políticas y tuvieron el propósito de silenciar a los parlamentarios.
La decisión de la Corte Suprema supone el tercer golpe político y legislativo que recibe Boris Johnson desde que tomara posesión del cargo.
Hace unas semanas, antes de cerrarse, el Parlamento aprobó arrebatarle el control de la cámara, luego bloqueó un hipotético Brexit duro y, por último, votó en contra de su propuesta de nuevas elecciones.
Dichas medidas de los diputados obligaban a Johnson a solicitar una prórroga del Brexit a la UE hasta el 31 de enero de 2020.
El líder del partido de oposición, Jeremy Corbyn, solicitó la renuncia de Johnson.
“La decisión de suspender el Parlamento fue un abuso de poder. Hago un llamado para que Johnson considere su posición como Primer Ministro”, dijo durante una reunión del partido Laborista.