El portavoz del Estado Mayor explicó a la agencia Interfax que en unos días el buque de desembarco entrará en el puerto sirio de Tartus, única base de apoyo técnico y logístico con la que cuenta la Armada de Rusia en aguas del Mediterráneo, que acogió una base soviética en tiempos de la Guerra Fría.
El Novocherkassk vuelve al país árabe tras apenas una breve escala en la base de la Flota del mar Negro, ya que dejó las aguas sirias hace muy pocos días después de entrar en Tartus el pasado 10 de diciembre junto con otro buque de desembarco ruso, el Sarátov.
El navío ruso se unirá en el Egeo con otros cinco barcos de la Flota del mar Negro: los buques de desembarco Azov y Nikolái Filchénkov, que zarparon esta semana de Novorossiysk; el crucero portamisiles Moskva; la fragata Smetlíviy y el carguero Iván Bubnóv.
Otra flotilla integrada por cinco buques de la Flota rusa del Báltico salieron hacia Siria a mediados de este mes de diciembre: los grandes buques de desembarco Kaliningrado y Alexandr Shabalin, con infantes de marina a bordo; la fragata Yaroslav Mudri y dos barcos de apoyo.
A estos barcos de guerra podría unirse en aguas de Siria otra flotilla rusa, de la Flota del mar del Norte, toda vez que el Estado Mayor ruso anunció una gran operación conjunta de la Armada de Rusia en el Mediterráneo oriental, con participación de tres de las cuatro flotas rusas.
El Novocherkassk tiene capacidad para transportar 225 infantes de marina y 10 tanques.
Moscú lo tiene todo listo para poner en marcha una amplia operación para evacuar a los ciudadanos rusos del país árabe en caso de una escalada del conflicto, según han reconocido fuentes militares y diplomáticas de este país.