El documento muestra que la agencia podía realizar un seguimiento de los viajeros durante una semana o más en tanto sus dispositivos inalámbricos los identificaban a través del WiFi en otras ciudades de Canadá, e incluso en los aeropuertos de Estados Unidos.
Eso incluía a quienes iban a otros aeropuertos, hoteles, cafés y restaurantes, bibliotecas, terminales de transporte terrestre y otros lugares con acceso inalámbrico público a Internet.
Según la ley canadiense, la misión de la agencia de espionaje es recoger principalmente inteligencia extranjera mediante la interceptación de tráfico telefónico y de Internet fuera del país.
La CSEC no tiene potestades para investigar a canadienses o a cualquier persona en Canadá sin una orden judicial.
En los últimos meses, la agencia ha sido acusada de actuar dentro de Canadá.