Hernández fue arrestado este lunes cuando conducía un taxi en la capital hondureña, dos días después de la matanza registrada en un billar del barrio 1 de diciembre, donde desconocidos armados llegaron y dispararon sin mediar palabra contra las víctimas.
El domingo, el Gobierno que preside Juan Orlando Hernández ofreció una recompensa de US$22 mil por información sobre los responsables del crimen múltiple.
Tras recobrar la libertad, Hernández declaró a la prensa que la Policía ha dañado su “imagen y nombre” al detenerlo de manera injusta, aunque descartó demandar al Estado.
La Policía hondureña pidió hoy disculpas públicas a Hernández por su arresto indebido a través de un comunicado leído por el portavoz policial.
“Reconocemos el error cometido por la Policía y con mucha responsabilidad, profesionalismo y mucha humildad le pedimos disculpas a la persona ofendida”, dijo Sauceda.
La Policía hondureña también pidió disculpas a “toda la población” por capturar a “la persona equivocada”, y aseguró que se continúa con el “debido proceso de investigación para esclarecer y capturar a los responsables de la masacre”.
Un fuente policial aseguró el lunes tener “elementos contundentes que lo vinculan con este crimen y es cuestión de minutos y horas para dar con el paradero de esta estructura criminal”.
Incluso, las autoridades policiales aseguraron tener “identificada” la estructura criminal que sería la responsable de la masacre del 5 de marzo.
La violencia en Honduras deja un promedio de 13 muertos diarios, cifra que se ha reducido en los últimos dos años, cuando llegó a ser de alrededor de 20.