La Policía de momento no ha avanzado ninguna hipótesis pero los vecinos sospechan que se han practicado rituales de magia negra.
Medio centenar de personas provocaron disturbios el lunes frente a la vivienda apodada la “casa del terror”.
Al menos 20 personas resultaron heridas y 12 vehículos dañados cuando la Policía impidió el paso a unas 50 personas armadas con palos y machetes que querían entrar en la propiedad, situada en el suroeste de la ciudad de Ibadán.
“Queremos rescatar a nuestra gente que sigue ahí y que pide ayuda. Pero la policía nos dice que no y esto nos enfurece”, indicó uno de los manifestantes frente a la casa.
Un mujer explicó que un testigo vio cómo un miembro de una banda local disparó en el estómago a otro hombre, pero no había información sobre su estado de salud.
El descubrimiento de la “casa del terror” llegó tras la alerta de un grupo de moteros que habían perdido a algunos de sus integrantes y señalaron que podrían haber sido secuestrados.
A menudo las víctimas de secuestros en Nigeria son torturadas o sacrificadas en rituales de magia negra y la prensa local ha informado de la venta de partes de cuerpos humanos en diferentes puntos del país.
El hedor a muerte y una nube de moscas forzaba a los que se aventuraban en el interior de la casa a cubrirse la boca y la nariz con una mascada.
Por los suelos de las ocho habitaciones se encontraban tiradas pertenencias personales como ropa, zapatos, bolsos, tarjetas bancarias y cazos de cocina.
Vecinos de la zona señalaron que pensaban que la casa, situada a un kilómetro de la carretera que lleva a Lagos, era la oficina de una empresa del sector de la construcción. En el interior se encontraron unos 50 sacos de cemento solidificado.
“Desde hace tiempo hemos notado movimientos en la zona y hemos alertado las fuerzas de seguridad, pero no reaccionaron”, dijo la líder local comunitaria Isiaka Bello.
El gobernador del Estado de Oyo, Abiola Ajumobi, visitó el lugar el lunes y aseguró que los responsables no quedarán impunes.
“Los autores de este acto cruel serán castigados por Dios. Nosotros también los castigaremos cuando los encontremos. Esperamos que no se repita lo ocurrido”, dijo, al tiempo que llamó a todos a la vigilancia.
“Algunos sospechosos han sido detenidos y otros han huido, pero les seguimos el rastro”, añadió.
La policía detuvo el domingo a seis personas en el lugar, incluido a cinco guardias de seguridad armados.