El sistema de transporte con la segunda mayor cantidad de usuarios del país cerró el martes a medianoche para una inspección de los cables que dan energía al tercer riel, tras una serie de incendios eléctricos.
Reabrirá el jueves a las 5 de la mañana a menos que los inspectores encuentren una amenaza inmediata a la seguridad de los pasajeros, lo que según el gerente general del sistema parecía improbable.
El volumen de pasajeros en el Metro ha disminuido al deteriorarse el sistema, y las quejas en las redes sociales son constantes.
A pesar de ello, los pasajeros toman más de 700 mil viajes diarios en el Metro porque sigue siendo la mejor manera de llegar al centro desde Maryland, Virginia y los barrios periféricos. El miércoles no tuvieron esa posibilidad.
El cierre del gobierno federal suele facilitar enormemente el conducir en la ciudad, pero siempre que el Metro funcione. Las autoridades preveían una mañana difícil con el tráfico detenido en las calles y a muchos trabajadores no les quedaba otra opción que quedarles en casa.
El lunes, un incendio en las vías del Metro provocó graves demoras en todo el sistema.
El incendio fue provocado por el mismo tipo de componente eléctrico que sufrió un desperfecto el año pasado, llenó un tren de humo en un túnel del centro de Washington y provocó la muerte de un pasajero, así como trastornos de salud a decenas más.