Omar al-Shishani, conocido por su espesa barba roja, es considerado uno de los más importantes responsables militares del EI, si no el más encumbrado.
La fuente no pudo precisar si el dirigente yihadista había muerto en el ataque pero indicó que éste tuvo lugar “el 4 de marzo” en la zona de Chaddadé, un bastión yihadista del nordeste de Siria que el EI acababa de perder a manos de las Fuerzas Democráticas Sirias, aliadas a la coalición internacional.
El éxito de las operaciones de eliminación de militantes yihadistas es a menudo difícil de establecer con certeza por los servicios de inteligencia estadounidenses, que no tienen presencia en la zona.
Omar al-Shishani, conocido por su espesa barba roja, es considerado uno de los más importantes responsables militares del EI, si no el más encumbrado.
Washington ofrecía US$5 millones de recompensa a quien proveyera informaciones fiables sobre el paradero de Al-Shishani.
La coalición intensificó sus ataques contra cuadros del EI desde el otoño boreal.
La toma de Chaddadé a fines de febrero fue saludada por el Pentágono como una victoria importante en la ruta hacia Raqa, la capital autoproclamada del EI.
Unos seis mil combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias, una alianza de grupos armados locales dominada por los kurdos, participaron en los combates.