La Cámara de Representantes ya la había aprobado la semana pasada con mayoría de 370-58.
A Obama no le gustan las condiciones en Guantánamo, pero hasta ahora no ha amenazado con vetar el proyecto de ley.
Las votaciones de la Cámara y el Senado sugieren que si el mandatario veta la legislación, ambas cámaras serían capaces de reunir los dos tercios mayoritarios que se necesitan para anular el veto, un golpe vergonzoso que los presidentes suelen evitar.
Obama vetó una primera versión del proyecto de ley, más tarde resuelto, sobre si el incremento de los gastos de defensa debería ser acompañado por aumentos en los programas nacionales.
Entre otras cosas, el proyecto de ley:
- Proporcionaría un aumento salarial de 1.3% a los miembros del servicio y una nueva opción de retiro para los efectivos.
- Autorizaría asistencia letal para las fuerzas de Ucrania luchando contra los rebeldes respaldados por Rusia.
- Extendería una prohibición de tortura a la CIA.
- Autorizaría la solicitud del presidente de US$715 millones para ayudar a las fuerzas iraquís en su lucha contra milicianos del grupo Estado Islámico.
“Todos conocemos las desafortunadas e innecesarias barreras que la autorización del proyecto de ley de defensa ha enfrentado este año. Todos sabemos que el presidente decidió vetar la versión de este proyecto de ley que aprobamos el mes anterior”, declaró el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, de Kentucky.
“Esperemos que el presidente firme y promulgue el proyecto de ley bipartidista, junto con sus restricciones en contra de traer a terroristas a Estados Unidos”, agregó.
La legislación se ha convertido en un pararrayos para debatir si el presidente necesita la aprobación del Congreso para desplazar a Estados Unidos a algunos de los 112 detenidos que permanecen en el centro de detención estadounidense en Cuba o si podría hacerlo con una orden ejecutiva.
El Congreso ha frustrado repetidamente los esfuerzos de Obama de cumplir con una promesa de campaña en EL 2008 y cerrar la prisión militar.
Un informe del Pentágono esperado para esta semana identifica prisiones en Colorado, Kansas y South Carolina donde los detenidos de Guantánamo posiblemente podrían ser alojados de manera que la prisión militar en Cuba pudiera ser cerrada.
Eso ha aumentado la ira de los legisladores, especialmente de aquellos de esos tres estados.
Mientras, en Colorado, 40 jefes de la policía escribieron a la Casa Blanca para oponerse a cualquier plan de mover a los detenidos de Guantánamo a prisiones en ese estado.
La carta enviada el lunes dice que Colorado estaría en peligro si el Pentágono envía a los detenidos de Guantánamo a cualquiera de sus dos prisiones en la parte central del estado.
Los jefes de la policía dicen que pese a que las prisiones son capaces de asegurar a los detenidos, la acción atraería “simpatizantes que organizarían un ataque o cometerían otros actos de terror”.
La carta incluyó a muchos de los 64 jefes policíacos de Colorado.