La resolución, que debía reunir nueve votos para ser adoptada, establecía un plazo de 12 meses para alcanzar un acuerdo final de paz y pedía el retiro total de Israel de territorio palestino antes de finales de 2017.
“Esta resolución establece un escenario de más división, no de compromiso“, dijo la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power.
El representante de Jordania en el Consejo de Seguridad solicitó la votación del texto elaborado por los palestinos, que buscan expandir el rol de las Naciones Unidas (ONU) con sus esfuerzos de paz en el Medio Oriente.
Estados Unidos había rechazado la resolución, argumentando que los plazos que establecía eran arbitrarios y no respondían a las preocupaciones de seguridad de Israel.
“Este texto aborda las preocupaciones de un solo lado” del conflicto, dijo Power.
En los últimos dos días, el secretario de Estado John Kerry llamó a 13 ministros de Relaciones Exteriores para explicar la posición de Estados Unidos frente al documento.
Washington no tuvo necesidad de usar su derecho a veto, un derecho que le otorga su estatuto de país permanente del Consejo.
El voto de Estados Unidos habría provocado la ira de los países árabes aliados de Estados Unidos en la coalición que combate a los yihadistas de la organización del Estado Islámico (EI) en Siria e Irak.
El lunes, los palestinos incluyeron cambios en su proyecto de resolución, pidiendo que Jerusalén-Este, ocupada y anexada, sea la capital del Estado Palestino, exigiendo el fin de los asentamientos israelíes y reiterando el carácter ilegal del muro de separación.