“Es una contramarcha para que no se vaya a confundir (la gente) que estamos avalando esa subcultura del narco”, afirmó el gobernador del estado noroccidental de Sinaloa, Mario López Valdés, en declaraciones a la emisora local Radio Fórmula.
El pasado miércoles, centenares de personas participaron en dos manifestaciones en Culiacán, la capital de Sinaloa, y en Guamáchuil, otra ciudad de ese estado, para pedir la libertad de “el Chapo” Guzmán, el narcotraficante más buscado en México y Estados Unidos.
“El Chapo”, jefe del cartel de Sinaloa o del Pacífico, fue detenido en la ciudad de Mazatlán, en Sinaloa, el 22 de febrero pasado, y ese mismo día fue trasladado a una cárcel de máxima seguridad del central estado de México.
Las manifestaciones del miércoles, en las que los participantes asistieron vestidos de blanco, incluyeron corridos dedicados al capo del narcotráfico y pancartas que decían, entre otras cosas, que “a el Chapo se le quiere y se le respeta más que a muchos políticos”.
La “contramarcha” de mañana, en Culiacán, está convocada “por la dignidad de Sinaloa” , y busca revertir la imagen de esa ciudad y de ese estado que generó la vinculación del capo del narcotráfico con la región, según la convocatoria, hecha desde ayer en redes sociales.
“La marcha de anteayer recibió un rechazo de los organismos y de la sociedad. Quieren hacer una marcha por la dignidad de Sinaloa”, afirmó el gobernador en sus declaraciones radiales. “Lamentablemente Sinaloa está dando una mala señal” , añadió López Valdés.
El gobernador dijo que no se podía impedir las marchas del miércoles porque se violaría el derecho constitucional a la libertad de expresión y manifestación, y dijo que había órdenes de que la Policía actuara sólo si se registraban delitos durante el recorrido.
Añadió que, al parecer, “lo único que pretendían (el miércoles) era pedir al Gobierno mexicano que no fuera extraditado, pero luego se desvirtuó, pidiendo que lo liberaran”.
“Vamos a seguir luchando para limpiarla la cara al estado”. agregó el gobernador.
