Corea del Norte ha criticado con dureza la investigación del caso por las autoridades malasias, a las que acusa de estar aliadas con sus enemigos.
“La expulsión del embajador de Corea del Norte obedece a las preocupaciones del gobierno de que Malasia pudiera haber sido utilizada para actividades ilegales”, indica el comunicado.
Kim Jong-nam, de 45 años, hermanastro del líder norcoreano y caído en desgracia años atrás, murió envenenado por un gas neurotóxico que, según las autoridades malasias, podría ser el agente VX, una versión más letal del gas sarín.
Desde que estallara este caso, Corea del Sur ha acusado a su vecino del Norte de eliminar a Kim Jong-nam, crítico con el régimen norcoreano.
Corea del Norte, que no ha reconocido la identidad de la víctima, ha criticado vehementemente la investigación del caso en Malasia, no aceptó las conclusiones de la autopsia y sostiene que la víctima murió de una crisis cardíaca.
Las desavenencias diplomáticas entre ambos países, que hasta la fecha guardaban buenas relaciones, se han agravado día a día por este caso.