En su respuesta a Oliver, que quiere ser astronauta, Royal Mail explicó este viernes como calculó la tarifa hasta Marte.
“El combustible es muy caro y afecta al envío de cartas en todo el mundo”, escribió un responsable de atención al cliente, Andrew Smout.
“La NASA me dijo que su última visita a Marte, llevando al vehículo Curiosity, costó unos US$700 millones”.
“La nave espacial es muy pequeña, así es que el almacenamiento es con recargo. Basándose en lo que pesa la nave y lo que cuesta ir a Marte, dijeron que enviar algo de cien gramos costaría aproximadamente US$18 mil”, concluía la carta.
Oliver, que vive cerca de Lytham St Annes, en el noroeste de Inglaterra, contestó a Royal Mail para agradecerle la respuesta: “Es muy caro enviar una carta a Marte. ¡Harían falta tantos sellos!”.