Internacional

Lluvia afecta a Centroamérica

La lluvia de las últimas horas empieza a tener consecuencias en Centroamérica. En Nicaragua, unas 53 familias han sido afectadas en tanto en El Salvador, al menos cuatro personas han muerto.

En El Salvador, el mal tiempo forzó a las autoridades a suspender las clases en las escuelas, informó la Dirección General de Protección Civil.

“Tenemos cuatro muertos que se acumulan producto de las lluvias” que arrecian desde el viernes pasado, declaró el director de Protección Civil, Jorge Meléndez.

Un hombre en estado de ebriedad se durmió donde pasaba una corriente de agua el domingo último  y murió por hipotermia en Tenancingo, 40 kilómetros al este de San Salvador.

Otra víctima fue un pescador arrastrado por una corriente de un río en el departamento central de Cabañas, detalló Meléndez este lunes.

Agregó que, en la ciudad de Juayúa, 84 kilómetros al oeste de San Salvador, un deslizamiento de tierra soterró una vivienda en la comunidad Ilusiones donde equipos de socorro lograron rescatar a una joven, quien se encuentra estable en un hospital.

4 muertos en las últimas horas.
Deslizamientos de tierra en varias comunidades.
211 viviendas anegadas.
Varias carreteras obstaculizadas.


Otras dos personas murieron durante el fin de semana a causa de la lluvia, una arrastrada por una corriente y la otra en un accidente de tránsito por el desbordamiento de un río.

La fuerte lluvia anegó al menos 211 viviendas, derribaron árboles, ocasionaron deslizamientos de tierra en carreteras y provocaron inundaciones en el puerto de Acajutla y en las playas San Diego y el Tamarindo, en el litoral Pacífico.

El ministerio de Educación suspendió este lunes las actividades educativas en todas las escuelas públicas y privadas del país por la situación de emergencia en el país.

Con base a los pronósticos meteorológicos, según Meléndez, el país continuará afectado por la lluvia, por lo que mantendrán la alerta de prevención y se mantienen “activados”  los centros para atención de emergencias.

Huracán

El huracán Olaf continuaba ganando fuerza este lunes en el Pacífico, para alcanzar la potente categoría 3 en la escala Saffir-Simpson de máximo 5, pero sin que por ahora sea un peligro para zonas pobladas, indicaron meteorólogos estadounidenses.
 
Olaf poseía vientos sostenidos de 185 kilómetros por hora, lo que lo convertía en un “huracán mayor”, cuando se ubicaba a dos mil 160 kilómetros al sureste del archipiélago de Hawái, informó a las 15 GMT el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) con sede en Miami, Florida, EE. UU.
 
El NHC advirtió que el ciclón puede ganar todavía más fuerza en las próximas horas.
 
Por lo pronto no hay alertas para zonas pobladas por el huracán, que debería seguir una trayectoria alejada de Hawái, según los meteorólogos.
 
Olaf es el undécimo huracán de la temporada del Pacífico, que va de mayo a noviembre.

Nicaragua

El Gobierno de Nicaragua informó este lunes que la lluvia registrada el fin de semana en el país dejó afectadas a 53 familias de 18 barrios y a comunidades de ocho departamentos.

La coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, Rosario Murillo, dijo que 53 viviendas quedaron anegadas y semidestruidas, como consecuencia de las precipitaciones.

Además, señaló que cinco viviendas “están en riesgo”, cuyas familias serán trasladadas.

“Hay lugares en nuestro país que han sobrepasado lo que debe de llover en el mes de octubre y otros donde somos deficitarios”, sostuvo Murillo, quien también recordó que se acerca noviembre, mes en el que formalmente inicia el ciclo de verano en Nicaragua.

Honduras

Las autoridades de protección civil de Honduras disminuyeron este lunes una alerta de roja a amarilla en regiones de tres departamentos del norte del país, ante la reducción de las lluvias que han dejado ocho víctimas mortales y dos mil 748 afectados.

La estatal Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) indicó en una declaración que la alerta roja, que implica evacuación, fue suspendida porque en las próximas horas las lluvias tenderán a disminuir en el norte del país centroamericano.

La alerta amarilla regirá en las partes bajas de municipios aledaños al río Ulúa, el más caudaloso de Honduras, en los norteños departamentos de Cortés, Yoro y Atlántida, agregó.

El organismo de protección civil señaló que la decisión se tomó con el fin de “monitorear el caudal” del río Ulúa y realizar “evacuaciones preventivas”, debido a que podría producir hasta 40 milímetros de agua en partes altas del occidente del país centroamericano.

La Copeco declaró la alerta amarilla en el departamento central de Comayagua, donde las lluvias han generado saturación de  los suelos, por lo que solicitó “vigilar”  las zonas vulnerables a deslizamientos de tierras y realizar evacuaciones preventivas.

Las autoridades de protección civil también decretaron alerta verde o preventiva en los departamentos occidentales de Lempira e Intibucá; La Paz y Francisco Morazán, en la región central, y Valle, en el sur del país.

Las precipitaciones que afectan a Honduras desde la semana pasada han dejado hasta ahora ocho muertos, un desaparecido y más de dos mil 700 personas afectadas, según cifras oficiales.

La última víctima mortal se registró el domingo último en el municipio de Trojes, en el departamento oriental de El Paraíso.

Se trata de Luis Daniel Zelaya, de 21 años, un militar asignado al noveno Batallón de Infantería, quien fue arrastrado por la corriente de un río cuyo cauce se desbordó por las fuertes lluvias.

Las otras siete muertes ocurrieron entre el viernes y el sábado en la comunidad de El Junco, en el central departamento de Comayagua, y en Danlí, El Paraíso, según el informe oficial.

Otro hombre, identificado como Miguel Medina Cruz, está desaparecido desde el sábado, al parecer, luego de ser arrastrado por una corriente de agua en el río Jalán, en Danlí, de acuerdo con las autoridades hondureñas.

Las inundaciones, deslizamiento de tierra y otros efectos de las lluvias han dejado afectadas a dos mil 748 personas, señaló el organismo de protección civil, que ha comenzado a enviar ayuda humanitaria a los afectados.

La Copeco recomendó a los pobladores que viven en zonas de ríos y otras fuentes, que para evitar la pérdida de vidas humanas no los crucen cuando esté creciendo su nivel.

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