Iniciada en agosto de 2010 en Santiago de Cuba, en el extremo suroriental de la isla, la romería culminará con una misa campal a las 21.00 GMT en la Avenida del Puerto, a orillas del mar, en el centro histórico de La Habana, oficiada por el cardenal Jaime Ortega.
Esta peregrinación de la Virgen, la primera desde el triunfo de la Revolución en 1959 (la anterior fue en 1951-52), termina semanas antes de la visita a Cuba de Benedicto XVI, que es considerada un espaldarazo a la nueva relación y al diálogo entre la Iglesia y el Estado cubano.
Cinco millones de personas, de una población nacional de 11.2 millones, veneraron la imagen de la patrona en su recorrido de 28.000 km por la mayor de las Antillas, según la Iglesia, que estima que las celebraciones del Año Jubilar, en las que participará Benedicto XVI, favorecerán la “reconciliación” entre los cubanos.
Los cubanos han estado profundamente divididos por motivos políticos desde 1959, y esto ha provocado que más de dos millones de emigrados y sus descendientes vivan en 40 países -el 80% de ellos en Estados Unidos-, en busca de mejores condiciones de vida de las que ofrece el régimen cubano.