El puerto de Lázaro Cárdenas (unos 180 mil habitantes) , situado en el océano Pacífico, ya había sido puesto bajo control de militares el pasado noviembre para investigar las denuncias de corrupción entre los funcionarios y frenar la llegada de precursores químicos desde Asia con los que después los Caballeros Templarios fabrican metanfetaminas en laboratorios clandestinos.
Desde comienzos de año, el gobierno mexicano ha desplegado un vasto operativo militar y policial para pacificar la convulsa región de Michoacán y combatir a los Caballeros Templarios, el cartel local más poderoso.
El operativo ha logrado abatir o capturar a tres de los cuatro jefes máximos del cartel y sigue en la búsqueda del líder que queda en libertad: el exmaestro de primaria Servando Gómez, alias “La Tuta“.
A comienzos de abril también fue detenido el número dos del gobierno de Michoacán, Jesús Reyna, por presuntos vínculos con los Caballeros Templarios.