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Australia: ecologista estima que 480 millones de animales perecieron en incendios

Los granjeros australianos también han perdido decenas de miles de ganado en los incendios forestales, y muchos de ellos tuvieron que sacrificar animales que sufrían estrés por calor y quemaduras.

Calcinados por las llamas o muertos por la falta de alimentos y refugio, al menos 480 millones de animales están siendo víctimas de los devastadores incendios forestales que arrasan desde septiembre Australia.

La cifra se refiere solamente a las especies de una gran parte de los mamíferos, aves y reptiles que habitan en el estado de Nueva Gales del Sur, que con sus 36.000 kilómetros cuadrados de terrenos calcinados, un área similar a la de Taiwán, es el más afectado por las llamas.

Más de 150 incendios forestales ardían el viernes en Nueva Gales del Sur, el estado más poblado del país, del cual Sídney es la capital.

Aumenta el riesgo de extinción de los koalas

Expertos en vida silvestre le dijeron al parlamento estatal de Nueva Gales del Sur en noviembre que al menos 2.000 koalas habían muerto en incendios forestales, aunque se dijo que esa estimación era extremadamente conservadora.

Los expertos dijeron a la investigación que la crisis de los incendios forestales había aumentado el riesgo de extinción de los koalas, solo que se sumaba a la destrucción de su hábitat por la extensa limpieza de tierras para la agricultura y el desarrollo urbano.

“Desastre sin precedentes”

“Es un desastre sin precedentes desde el punto de vista de la fauna”, dijo a Efe Chris Dickman, ecólogo de la Universidad de Sídney, quien recalcó que sus cálculos excluyen a insectos, peces, ranas y algunos mamíferos como los murciélagos.

Dickman, quien ha sido presidente de la Sociedad Australiana de Animales y del Comité Científico de Nueva Gales del Sur, y su equipo de la Universidad de Sídney, hicieron la estimación apoyándose en un estudio del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, siglas en inglés) de 2007 sobre el impacto de la tala de árboles en los animales.

Ese trabajo de WWF combinó los datos de la superficie de deforestación con los de otros estudios sobre la densidad de población de mamíferos en Nueva Gales del Sur, una fórmula que el equipo de Dickman utilizó para alcanzar su estimación.

El experto señaló que extrapolando los resultados al conjunto del país, donde se han quemado 50.000 kilómetros cuadrados de terrenos o una superficie comparable a la de Costa Rica, la cantidad de animales afectados podría alcanzar los mil millones.

Los granjeros australianos también han perdido decenas de miles de ganado en los incendios forestales, y muchos de ellos tuvieron que sacrificar animales que sufrían estrés por calor y quemaduras.

“Si bien aún no conocemos los números exactos, ha habido una pérdida significativa de ganado en algunas partes del país, más recientemente en áreas como el norte de Victoria y la costa sur de Nueva Gales del Sur”, dijo Fiona Simson, presidenta de National Farmers ‘ Federación, dijo. Ella dijo que el sector lácteo estaba entre los sectores más afectados.

Steve Shipton junto a un becerro herido de su rebaño, que en parte murió debido al incendio forestal en Coolagolite, Nueva Gales del Sur.

Especies únicas

Australia acoge a una gran variedad de animales únicos en su territorio continental, con unas 300 especies nativas incluidos marsupiales como los canguros y los koalas, monotremas como los ornitorrincos y los equidnas, y los placentarios como los dingos.

De estas, unas 244 especies o el 81 por ciento por ciento se encuentran solo en Australia, recalcó la Universidad de Sídney en un comunicado.

“Lo que es espantoso es que unas 34 especies de mamíferos nativos de Australia se han extinguido en los últimos 200 años con la colonización. Es la tasa de pérdida más alta de cualquier región del mundo”, enfatizó Dickman al expresar que se resiste a pensar que la catástrofe desatada por los incendios sea la nueva norma.

“Con la aceleración del cambio climático, tendremos períodos de sequía más largos y los incendios serán más severos en el futuro”, reflexionó el ecólogo al abogar por un trabajo conjunto entre científicos y los gobiernos.

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