Una investigación publicada por Science Advances este miércoles (29.07.2020) sobre Stonehenge -una estructura neolítica en el sur de Inglaterra- podría despejar las dudas sobre su origen, lo que ha desconcertado por siglos a equipos historiadores y arqueólogos.
La publicación encontró que la mayoría de las piedras gigantes que componen el lugar, conocidas como sarsens, parecen compartir un origen común a 25 km de distancia, en West Woods, una zona de gran actividad prehistórica.
Los hallazgos refuerzan la teoría de que los megalitos fueron llevados a Stonehenge prácticamente al mismo tiempo: unos 2.500 años AC, en la segunda fase de edificación del monumento, lo que a su vez podría ser una señal de que sus constructores pertenecían a una sociedad altamente organizada. La investigación también contradice planteamientos previos de que una gran roca específicamente –la conocida como Heel Stone- pertenece a las inmediaciones del lugar y fue erigida antes que el resto.
El director de la investigación David Nash, profesor de geografía física en la Universidad de Brighton, declaró que usaron rayos-X portátiles para analizar la composición química de las rocas, que son 99 por ciento sílice pero contienen trazas de varios otros elementos. “Eso nos reveló que la mayoría de las piedras tienen una composición química común, lo que nos llevó a determinar que lo que estamos buscando aquí es una única fuente”, indicó. Luego, examinaron dos muestras medulares de una de las rocas que se habían obtenido durante los trabajos de restauración realizados en 1958. Practicaron a las muestras una técnica de análisis más sofisticada llamada espectometría de masa, que detecta un mayor abanico de elementos con más precisión.
El resultado de la composición fue luego comparado con 20 posibles lugares de origen de estas rocas sedimentarias, siendo West Woods y Wiltshire los lugares más afines. Investigaciones previas descubrieron que las piedras más pequeñas de Stonehenge vinieron de Gales, unos 200 km al oeste. Sin embargo, el nuevo estudio asegura que esas piedras y las sarsen fueron colocados al mismo tiempo.
“Así que debió haber sido un esfuerzo enorme en ese momento”, sostuvo Nash. “Stonehenge es como una convergencia de materiales traídos de diferentes lugares”, acotó. Todavía se desconoce cómo los primeros británicos pudieron transportar 25 km las enormes rocas, aunque la idea predominante es que fueron arrastradas con trineos. “Creo que tenemos aquí a una sociedad muy organizada”, señaló Nash. Sin embargo, el significado del lugar sigue siendo un misterio.
En cuanto al por qué se eligió West Woods como origen de las piedras, el profesor consideró que pudo tratarse de pragmatismo, por ser uno de los lugares más cercanos. Pero en la zona se ha detectado abundante actividad neolítica temprana, con numerosas tumbas -conocidas como túmulos- grandes excavaciones circulares y una roca que se utilizaba para afilar hachas.