Abe dijo que espera que este encuentro marque el comienzo de un “retorno a una relación mutuamente beneficiosa basada en los intereses estratégicos comunes”. Este encuentro comenzó a las 03h54 GMT en un gran edificio oficial de Pekín, según la cadena pública NHK, y finalizó aproximadamente media hora más tarde.
Abe propuso la puesta en marcha de un mecanismo de comunicación marítima para evitar incidentes relativos a las islas en disputa. “Pienso que vamos a comenzar a trabajar concretamente” sobre esto, precisó, sugiriendo una reunión entre las autoridades marítimas de ambos países.
Además de las disputas históricas, la nacionalización por parte del Estado nipón en el otoño (boreal) de 2012 de tres de las islas Senkaku en el mar de China oriental había provocado un aumento de las tensiones. Estos territorios son administrados desde hace mucho tiempo por Japón, pero son reivindicados por Pekín que los denomina islas Diaoyu.
Tomando nota de sus “diferendos” territoriales, las dos mayores potencias asiáticas habían anunciado el viernes “haberse puesto de acuerdo para retomar progresivamente el diálogo político, diplomático y en el dominio de la seguridad”.
A pesar de los contenciosos que oponen a estos dos países, Abe siempre ha subrayado la importancia de mantener vínculos con su vecino gigante, “en vistas de un desarrollo conjunto”, subraya la NHK.
Las relaciones de Japón con sus vecinos continúan marcadas por el recuerdo de las atrocidades reprochadas a las tropas imperiales durante la ocupación parcial de China (1931-1945) y la colonización de la península coreana (1910-1945).
Las visitas frecuentes de parlamentarios y ministros japoneses al santuario Yasukuni de Tokio, un lugar de culto aborrecido por Pekín y Seúl por considerarlo símbolo del pasado militarista nipón, suelen “echar leña al fuego” de sus diferendos.