Aún así, lamenta: “hasta que un país conceda asilo político permanente, el gobierno de EE. UU. continuará interfiriendo en mi capacidad de hablar“.
Snowden, asilado provisionalmente por un año en Rusia, no pide directamente asilo a Brasil en la carta, pero Folha afirma que su objetivo es venir al país suramericano, citando al periodista Glenn Greenwald, quien divulgó buena parte de los documentos filtrados por el exanalista.
“Si el gobierno brasileño le está agradecido por las revelaciones, es lógico protegerlo“, expresó Greenwald, que vive en Brasil y quien hasta octubre trabajaba para el diario británico The Guardian.
Brasil tiene una fuerte tradición en ofrecer asilo.
Responsable de filtrar documentos confidenciales de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) sobre operaciones de espionaje en el mundo, Snowden elogia en la carta la reacción de Brasil de fuerte crítica al espionaje, que considera “inspiradora“.
La presidenta, Dilma Rousseff, ha denunciado intensamente -en la ONU y en su país- el espionaje estadounidense, que según revelaciones de prensa en base a las filtraciones de Snowden afectó las comunicaciones de la propia mandataria, a la petrolera estatal Petrobras, y a ciudadanos brasileños.