Dijeron que Obama no ha dado la aprobación final a la iniciativa y que aún hay discusiones internas sobre los riesgos potenciales y méritos de lo que significaría un importante apoyo de Estados Unidos a los rebeldes sirios.
Los funcionarios hablaron en forma anónima porque no estaban autorizados a informar sobre las deliberaciones internas.
En el discurso que pronunciará en la Academia Militar de Estados Unidos el miércoles se espera que el presidente Obama se refiera a la situación en Siria como un desafío contraterrorista y anuncie que aumentará la asistencia a la oposición, aunque no se espera que anuncia un nuevo programa, dijeron funcionarios.
Sin embargo, el Departamento de Estado, el Pentágono y la comunidad estadounidense de inteligencia, junto con varios congresistas que respaldan la medida, han llegado a la conclusión de que Al Asad no dejará el poder sin que haya cambios en el campo de combate, dijeron autoridades.
Al mismo tiempo crecen los temores por la amenaza que representan los grupos extremistas ligados a Al Qaeda que luchan en Siria, señalaron las fuentes.
La semana pasada la comisión de Fuerzas Armadas del Senado aprobó una ley de defensa que autoriza al Departamento de Estado a proveer entrenamiento a elementos escogidos de la oposición siria.
Estados Unidos lleva a cabo operaciones encubiertas a favor de la oposición siria y se desconoce en qué forma ayudará el nuevo programa.
El país ha gastado 287 millones de dólares en ayuda no letal durante la guerra civil que entró ya a su cuarto año.