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Karen Martínez y Brandon López estrenan en Toronto “Cadejo blanco” y cuentan detalles del filme

Karen Martínez y Brandon López hablaron más sobre la película Cadejo blanco que revela la crudeza las pandillas y el crimen organizado.

Karen Martínez y Brando López participan en el filme Cadejo Blanco. (Foto Prensa Libre: ladantaflimsgt/YouTube)

Karen Martínez y Brando López participan en el filme Cadejo Blanco. (Foto Prensa Libre: ladantaflimsgt/YouTube)

Dos de los más destacados actores del cine guatemalteco de hoy, Karen Martínez y Brandon López, que han estrenado en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) su último film, “Cadejo blanco”, explicaron a Efe su inmersión en el mundo de bandas criminales de Guatemala para protagonizar el largometraje.

El filme, la primera coproducción entre Guatemala, Estados Unidos y México que está dirigido por el director estadounidense Justin Lerner, narra la lucha de Sarita, una joven interpretada por Martínez, por descubrir qué ha sucedido con su hermana Bea (Pamela Martínez).

En la búsqueda de Bea, Sarita se sumerge en el mundo de las clicas (bandas de jóvenes que cometen delitos) de Puerto Barrios, donde conoce a Andrés (Rudy Rodríguez) y Damián (Brandon López).

Lerner declaró a Efe que la historia de “Cadejo blanco” surgió “de casualidad” mientras vivía en Guatemala en 2018, donde se había instalado para empezar una escuela de cine.

En el folclore popular guatemalteco, un cadejo es un animal de cuatro patas que protege a las personas como un ángel de la guarda invisible.

“Uno de mis mejores estudiantes es de Puerto Barrios, donde se desarrolla la película. La primera vez que fuimos, fue sólo para buscar lugares para filmar. Pero poco a poco conocí mucha gente de la ciudad. Me contaron mil historias interesantes”, explicó.

Historia de Puerto Barrios

“Estas historias tenían un mismo tema central, el de personas que hacen cosas que no quieren pero que lo hacen por necesidad. Y después de escribir las historias como ficción, creció una historia para representar bien la gente que conocí en ese primer viaje”, añadió.

Karen Martínez (“La jaula de oro”, 2013), dijo a Efe que precisamente le resultó muy interesante interpretar un personaje que se ve obligada a hacer cosas, algunas ilegales, por necesidad, así como la capacidad de Lerner por profundizar en la realidad guatemalteca.

“A mí lo que me interesó principalmente fue la sensibilidad de ponerte en la situación de personas que hacen lo que hacen por necesidad. No son malas sino que las circunstancias de su vida han hecho que crecieran en espacios como estos”, declaró la actriz que ganó el Premio a Mejor Actriz Revelación de los Premios del Círculo de Escritores Cinematográficos de España por “La jaula de oro”.

Martínez también reconoció, entre risas, que “no pensé que un gringo pudiera tener la capacidad para darse cuenta de esta situación y que también estuviera tan interesado en darle una voz lo más real posible” pero que Lerner “decidió entrar lo más profundo”.

Tanto Martínez como López, dos de los actores guatemaltecos de más proyección internacional en los últimos años, también trabajaron en “Cadejo blanco” como instructores del resto del elenco, formado por personas que no tenían experiencia en el mundo de la actuación y que pertenecían al mundo de las clicas de Puerto Barrios.

Mujeres desaparecidas

De hecho, López, que se dio a conocer también en 2013 por su papel protagonista de “La jaula de oro”, fue el único actor profesional que interpretó en “Cadejo blanco” a un miembro de las clicas.

López explicó a Efe que desde que tuvo la primera conversación con Lerner en 2018 se interesó por el filme del director estadounidense.

“Justin me dijo mucho de lo que quería contar y cómo quería llevarlo a cabo. Me gustó mucho la historia, cómo se quería narrar y me gustó mucho el personaje que me ofrecieron”, declaró.

“Fue una experiencia muy genial el poder hacerme amigo de todos ellos, los no actores. Lo que nos llevó a que nos aceptaron convivir con ellos, viajar a Puerto Barrios, estar con ellos durante semanas, en fiestas, en la playa, hablar como ellos. Poder crear una confianza nos llevó a tener una experiencia mucho mejor”, dijo.

Sobre su personaje, Martínez reconoció que una de las facetas que le atrajo de Sarita fue que no sólo actúa con determinación porque la persona desaparecida es su hermana sino porque para ella, “no debería pasar con ningún ser humano en realidad”.

“El hecho que alguien desaparezca, no debería ser tomado con naturalidad”, añadió la actriz que critica esa actitud de aceptación de las desapariciones que parece existir en Guatemala.

“La película pienso que sí tiene este contexto político de crítica pero lo lleva a través de este viaje de la heroína de esta película. Cuando hablábamos del personaje, de su motivación, me ayudaba mucho que yo también cerca de mí tengo experiencias ya sea con mi familia, o vecinos, o amigos, o las mismas noticias de personas desaparecidas”, añadió.

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