Sin la operación “Warp Speed” (velocidad de la luz), la iniciativa del Gobierno de EE.UU. para acelerar la investigación de un remedio contra el coronavirus, “no tendrías una vacuna durante años”, aseveró el gobernante.
“Aceleré el proceso con la FDA (la Administración de Alimentos y Fármacos). Vamos a tener una vacuna en cuestión de semanas, podrían ser cuatro semanas, podrían ser ocho semanas. Tenemos muchas compañías excelentes”, declaró Trump.
Las declaraciones del mandatario estadounidense las hace pese a las advertencias sobre el peligro de acelerar los procesos en la validación de una vacuna contra el covid-19.
Tanto su rival demócrata, Joe Biden, como la compañera de fórmula de este, la candidata a la Vicepresidencia Kamala Harris, han aludido al peligro que supone para la seguridad sanitaria el proceso acelerado y la presión política de Trump para lograr una vacuna.
“No me fiaría solo de la palabra de Trump”, apuntó Kamala Harris en unas declaraciones a comienzos de mes sobre una vacuna que se aprobara antes de las elecciones, mientras que Biden ha asegurado que antes de vacunarse le gustaría escuchar “lo que dicen los científicos”.
El principal alergólogo del país, el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, ha insistido en que para finales de año o principios de 2021 es posible que se haya logrado una vacuna segura y efectiva contra el coronavirus.
Trump aseguró en la entrevista que Estados Unidos se encuentra ahora en una mejor posición respecto al coronavirus que a principios de este año y aseguró que el país “está dando la vuelta a la pandemia”.
Estados Unidos, el país más golpeado por la pandemia, ha superado los seis millones y medio de casos confirmados de covid-19, con un ritmo de aumento de unos 35 mil nuevos casos diarios, y las muertes ascienden a 194 mil 547, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Trump también volvió a defender el haber desestimado públicamente la gravedad del coronavirus en una serie de entrevistas con el periodista Bob Woodward cuando ya sabía del enorme peligro que suponía la enfermedad.
“No quiero generar pánico”, insistió Trump.