Desde que el Ejército derrocara al presidente islamista Mohamed Mursi el 3 de julio, más de cien miembros de las fuerzas de seguridad han muerto en ataques en Egipto, principalmente en el norte del Sinaí, donde la violencia es casi diaria.
Por otro lado, el martes en El Cairo, unos desconocidos lanzaron una bomba y dispararon contra un pequeño puesto de la policía de tráfico sin causar víctimas, anunciaron unos responsables de seguridad.