Rusia, un aliado tradicional de Damasco, aumentó recientemente su apoyo al régimen de Bachar al Asad, una decisión que provocó la preocupación de Estados Unidos.
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, se entrevistó en tres ocasiones estos últimos días con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, sobre este tema.
Rusia defiende que si apoya a Asad es para luchar más eficazmente contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) , que representa para Moscú la principal amenaza contra la estabilidad en Oriente Medio.
Asimismo, Moscú considera que la coalición internacional liderada por EEUU, que dirige bombardeos en Siria e Irak, no ha conseguido hacer retroceder realmente al EI.
“Los ejércitos sirio e iraquí y los combatientes kurdos son las únicas fuerzas que luchan realmente y de manera eficaz sobre el terreno contra el terrorismo” , apuntó la portavoz del ministerio ruso de Relaciones Exteriores, Maria Zajarova. “Nosotros apoyamos a aquellos que luchan realmente y de manera eficaz contra el EI, porque es una cuestión de seguridad nacional para Rusia” .
Un militar de alto rango sirio había indicado el martes bajo anonimato que el ejército había “recibido de Moscú al menos cinco aviones de combate, aviones de reconocimiento que ayudan a identificar a los objetivos con una gran precisión, así como material de combate sofisticado para combatir al EI” .
La aviación siria aumentó estos últimos días sus bombardeos contra los yihadistas, principalmente en las inmediaciones de Palmira (centro de Siria) , en manos los yihadistas desde mayo.
En este contexto, el presidente francés, Francois Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, destacaron el martes en Londres “la necesidad de dinamizar el proceso político” pues “una buena parte de la respuesta a la crisis de los refugiados debe ser una solución a la situación en Siria” .
Hollande insistió en este punto el miércoles, instando a la organización de una nueva conferencia de la ONU sobre Siria, después de las de junio del 2012 y febrero del 2014, bautizadas “Ginebra I” y “Ginebra II” .
Las conferencias de Ginebra fracasaron por el desacuerdo entre las grandes potencias sobre si el presidente sirio podía mantenerse en el poder.
“Todos los que puedan contribuir a hallar una solución política en Siria deben sentarse en la mesa” , declaró el presidente francés a su llegada a una cumbre europea sobre los refugiados en Bruselas.