Internacional

El Chapo pasa 23 horas en su celda y no le permiten llamadas

A 12 días de haber sido extraditado a Estados Unidos, abogados del capo mexicano Joaquín el <em>Chapo</em> Guzmán, confirmaron que se encuentra recluido en el Centro Correccional Metropolitano, en Manhattan.

Joaquín Guzmán el Chapo Guzmán (c) es extraditado a EEUU el 19 de enero último.(AFP).

Joaquín Guzmán el Chapo Guzmán (c) es extraditado a EEUU el 19 de enero último.(AFP).

El líder  del cártel de Sinaloa, quien en su momento se quejó del protocolo de seguridad que las autoridades mexicanas habían implementado para su vigilancia en los centros penitenciarios en los que fue recluido tras su recaptura, hoy permanece en su celda 23 horas.

La rutina no ha sido modificada, le permiten “una hora de ejercicio solitario” y sostener reuniones con los abogados, Michael Schneider y Michelle Gelernt, que le fueron asignados.

“No ha podido hacer llamadas telefónicas ni comunicarse directamente con su familia o sus abogados en México” , dicen los letrados de oficio.

El Chapo, que se fugó en dos ocasiones de cárceles de México, está acusado en Estados Unidos de diecisiete delitos que, si es declarado culpable, pueden acarrear la cadena perpetua.

El lunes último los defensores de el Chapo, extraditado a Estados Unidos el 19 de enero recién pasado, se opusieron a la intención del juez del tribunal de Nueva York de realizar la próxima vista judicial sin que el detenido esté en la sala y siguiendo el acto por videoconferencia.

La cita, programada para el próximo viernes, busca conocer el estatus del proceso y será la primera desde que el Chapo fue informado de los cargos que existen contra él y que le fueron notificados un día después de que fuera extraditado por México.

El magistrado señaló el pasado miércoles que el Chapo seguiría por vídeo la próxima cita judicial, al considerar que será “breve y no sustantiva” y con el fin de reducir los problemas de transporte ligados por la seguridad que rodea al detenido.

La carta remitida por los abogados de oficio, Michael Schneider y Michelle Gelernt, insiste en los motivos para oponerse a esa medida y destaca el comportamiento que tuvo el Chapo en su primera comparecencia ante el juez y los prejuicios que se pueden derivar si no está presente en la sala del tribunal el viernes.

El 20 de enero último, cuando le leyeron los cargos, el Chapo, “que no estaba esposado durante el procedimiento, actuó respetuosamente y fue receptivo a las preguntas del tribunal”, dicen sus defensores.

También sostienen que si se impide que esté presente en esa cita judicial se violaría su derecho a tener una adecuada defensa y garantizar la legalidad del proceso judicial.

“Tiene el derecho de ver al juez que llevará el caso a y los fiscales que buscarán condenarlo y encarcelarlo”, agregan los defensores.

Asimismo, advierten que los medios de comunicación pueden llegar a “informar y especular”  sobre las razones que justificaron la decisión de que se ausente de la sala en la cita del viernes.

“Su ausencia de la sala necesariamente podría llevar al público a tener la impresión de que el Sr. Guzmán es demasiado peligroso para ser llevado a una sala judicial” , añaden.

Y dicen que ello, teniendo en cuenta la “intensa”  atención de los medios de comunicación que tiene este caso, puede generar prejuicios entre los miembros del jurado que sean elegidos para decidir sobre la sentencia.

A partir de estos argumentos y de los pueda presentar la fiscalía será finalmente el juez quien decida si el detenido estará o no presente en la audiencia del viernes.

Narcotraficantes colombianos testificarán contra el Chapo

Narcotraficantes colombianos testificarán en Estados Unidos contra el líder del cartel de Sinaloa, Joaquín el Chapo  Guzmán, y ofrecerán detalles sobre los beneficios que obtuvo el capo con el envío de “toneladas”  de cocaína a territorio estadounidense.

“Numerosos líderes de carteles colombianos y otros proveedores testificarán contra Guzmán acerca de los envíos de cocaína de varias toneladas, incluyendo los detalles de su inversión en las drogas” , anunció la Fiscalía en un escrito interpuesto en la corte del distrito Este de Nueva York.

En ese escrito, los abogados del Gobierno de EE.UU. no detallan el nombre de los capos del narcotráfico que testificarán en contra de el Chapo  y tampoco si esos sujetos han sido juzgados en territorio estadounidense y tienen un acuerdo para colaborar con el Ejecutivo en la resolución de otros casos sobre drogas.

“Testificarán sobre el uso de rutas aéreas, marítimas y terrestres para transportar cocaína a México”, dice la Fiscalía.

Parte de la estrategia del Gobierno de Estados Unidos se basa el testimonio de “gran cantidad de testigos colaboradores, entre ellos decenas de testigos que han hecho negocios cara a cara con Guzmán y que pueden demostrar el poder de Guzmán, así como la corrupción y violencia dentro del cartel de Sinaloa” .

Además, algunos de los testigos hablarán sobre “los pagos que Guzmán hizo en forma de sobornos a políticos y miembros de las fuerzas del orden para asegurarse de que no se cumplían algunas leyes criminales mexicanas” .

En ese sentido, la Fiscalía pone el ejemplo de un antiguo policía local de Ciudad Juárez, que supuestamente recibía centenares de dólares al mes para liberar a los miembros del cartel de Sinaloa que eran arrestados y también para escoltar a los camiones cargados de droga que pasaban por su área.

Como pruebas para demostrar su culpabilidad, el Gobierno de EE.UU. también entregará al juez documentos sobre las drogas y armas que lograron incautar las fuerzas del orden, así como grabaciones de conversaciones telefónicas en las que el Chapo  hablaba sobre envíos y pagos de cargamentos de droga.

“El peso de las evidencias sustancia el retrato de Guzmán como jefe del cartel de narcotráfico más prolífico del mundo, que usaba la corrupción y la violencia para mantenerse en su poder. En consecuencia, las pruebas demostrarán que Guzmán supone un peligro extremo para la comunidad”, señala la Fiscalía.

 
El Chapo  pide estar presente en su juicio

 
El Chapo, extraditado en enero a Estados Unidos, rechazó aparecer en su juicio por videoconferencia, como desea la justicia, y reclamó estar presente cada vez que se trate su caso.
 
El juez federal Brian Cogan, a cargo del caso en la corte de Brooklyn, pidió la semana recién pasada que Guzmán, famoso por dos fugas espectaculares de cárceles en México, no comparezca físicamente en la próxima audiencia fijada para el 3 de febrero, y que sea escuchado por video para minimizar las perturbaciones ligadas a su transporte físico.
 
En una carta de cinco páginas dirigida el lunes al juez Cogan, Michael Schneider y Michelle Gelernt, abogados del exjefe del cartel de Sinaloa, reclamaron la presencia física del señor Guzmán en la corte en la audiencia del 3 de febrero y en cada aparición posterior en el tribunal.
 
El Chapo, acusado de haber dirigido uno de los mayores imperios de droga del continente americano, fue extraditado a Estados Unidos el 19 de enero y al día siguiente se declaró no culpable de los 17 cargos de los cuales le acusa la justicia estadounidense.
 
El primero de ellos, que lo acusa de haber dirigido el cartel de Sinaloa, puede implicar la cadena perpetua.
 
Desde su llegada a Nueva York, el Chapo  está aislado en una celda del Centro Correccional de Manhattan, a unos 3 km de la corte, y no puede hacer llamadas telefónicas o comunicarse directamente con su familia o con abogados en México, dijeron sus defensores estadounidenses.
 
Está encerrado en una celda 23 horas al día y solo se le permite salir para reunirse con sus abogados y para una hora de ejercicio en solitario, lamentan.
 
Su ausencia de la corte llevaría necesariamente a la impresión de que Guzmán es demasiado peligroso para ser traído al tribunal, añadieron.
 
La carta se queja de que la extradición de Guzmán, que sus abogados mexicanos resistieron hasta último momento, llegó súbitamente y sin ninguna advertencia.
 
Un gran jurado deberá decidir si declara a el Chap  culpable o inocente en un largo juicio que aún no tiene fecha de comienzo y en el cual comparecerán al menos unos 40 testigos.
 
El cartel de Sinaloa habría distribuido varios miles de toneladas de droga colombiana en Estados Unidos durante unos 25 años, con un beneficio estimado de 14 mil millones de dólares.

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