Aseguró entonces que los puestos estaban “perfectamente diseñados y con los espacios suficientes para que no se dé una conflagración en cadena en caso de un chispazo”.
El presidente del Mercado de Artesanías Pirotécnicas de San Pablito, Germán Galicia Cortes, invitó ese mismo día a la población a acudir al lugar, del que destacó sus medidas de seguridad.
Pero los extintores, el agua, las palas, la arena y el personal calificado para actuar en caso de algún incidente no fueron suficientes para detener las explosiones en cadena registradas este martes.
Según uno de los testigos de lo ocurrido, un cohete se prendió y voló a donde había una gran cantidad de material de pirotecnia, aunque la última palabra la tiene la Procuraduría General de la República, que asumió la investigación de la tragedia.
Los artesanos de Tultepec calculaban poder vender cerca de 100 toneladas de productos pirotécnicos durante esta temporada, que arrancó el 5 de agosto pasado.
En lo que va del año desde el mercado San Pablito se han entregado más de 35.000 salvoconductos a cada uno de los compradores de juguetería pirotécnica, a fin de evitar que sean víctimas de extorsión por parte de policías cuando el material es transportado.
El documento autoriza la compra, el transporte y el consumo de hasta diez kilos de producto pirotécnico sin necesidad de un permiso especial, toda vez que el material es adquirido en un lugar regulado y autorizado por la Secretaria de la Defensa.
El secretario de Gobierno del Estado de México, José Manzur, dijo el martes que la última revisión del lugar se llevó a cabo en noviembre pasado y no se detectaron anomalías.
Sin embargo, hoy cientos de familias que dependen de la venta de estos productos vieron trastocadas sus vidas en cuestión de horas en una tragedia que se ha repetido en numerosas ocasiones en los últimos años.