El almuerzo fue organizado en la Casa Santa Marta, la residencia para prelados dentro del Vaticano y donde se aloja el Papa desde que fue elegido Sumo Pontífice.
Una de las familias viajó a bordo del avión papal desde Lesbos, eje de la crisis de refugiados en Europa, diciendo que era parte del mensaje de humanidad que quería enviar. y otra llegó de Grecia a Italia a mediados de junio.
“Tanto los adultos como los niños tuvieron la oportunidad de hablar con Francisco y contarle el inicio de su nueva vida en Italia”, contó Burke en una nota escrita.
El Vaticano dijo que el Papa llevó juguetes y otros regalos a los niños, que le dieron al pontífice una selección de sus dibujos. Tanto los adultos como los niños pudieron hablar con Francisco “sobre el inicio de sus vidas en Italia”, dijo la Santa Sede.
En el almuerzo participaron el sustituto de la Secretaría de Estado, monseñor Becciu Angelu, Andrea Riccardi, fundador de la comunidad de San Egidio, así como el comandante de la Gendarmería del Vaticano y los dos gendarmes que colaboraron en el traslado de las familias de Lesbos a Italia.
Los sirios llegaron a Lesbos por mar desde Turquía y se encontraban en campamentos en Grecia.
El papa Francisco ha abogado repetidamente a favor de la acogida en Europa de los refugiados que huyen de las guerras y la miseria, inclusive aunque una buena parte de los católicos europeos se muestra reticente a seguirlo.