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“Estados Unidos va a revocar 77 visas, incluidas las de muchos funcionarios del régimen de Maduro y sus familias. Continuaremos haciendo rendir cuentas al régimen de Maduro hasta que la libertad se restablezca en Venezuela”, dijo el miércoles el vicepresidente estadounidense, Mike Pence.
Más temprano, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, señaló que la crisis política, económica y social en Venezuela ha sido “exacerbada por las sanciones” internacionales.
Intentado contrarrestar la arremetida internacional, el gobierno de Venezuela declaró al embajador Daniel Kriener persona “non grata” y le ordenó abandonar el país en 48 horas debido a sus “recurrentes actos de injerencia en los asuntos internos”.
“Esta es una decisión incomprensible que agrava la situación y no contribuye a la distensión. Nuestro apoyo, el apoyo de Europa, para Juan Guaidó permanece intacto”, aseguró el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas.
Kriener estuvo en el grupo de diplomáticos que recibieron el pasado lunes en el aeropuerto internacional a Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de 50 países, cuando regresaba de una gira por Suramérica tras haber burlado una prohibición de salida del país.
“Los únicos non gratos son ustedes”
Al conocer la decisión, mientras presidía un debate en el Congreso de mayoría opositora, Guaidó aseguró que la expulsión de Kriener debe “ser tomada como una amenaza por el mundo libre”.
“El único non grato en Venezuela, en la región, en el mundo (…) señores usurpadodores los únicos non gratos son ustedes en este país. Están amenazando a quien ayuda al país”, aseguró el también jefe parlamentario, de 35 años.
Hasta ahora la decisión sólo afecta al embajador alemán, pese a que también estuvieron en el aeropuerto los representantes de Francia, Canadá, Holanda, Portugal, Rumanía, España, Argentina, Brasil, Chile, Perú, Ecuador y Estados Unidos.
Parte de la comunidad internacional temía que Guaidó fuera arrestado al llegar a Venezuela, de donde salió furtivamente el 22 de febrero para presionar infructuosamente por el ingreso desde Colombia de alimentos y medicinas donados por Estados Unidos.
“Ya el régimen no tiene capacidad de respuesta distinta a la represiva. Ese es su gran drama. Depende sólo del garrote y la inacción. No hay respuesta proactiva. Solo reactiva y represiva”, declaró a la AFP el politólogo Luis Salamanca.
Para el internacionalista Mariano de Alba el gobierno busca enviar un mensaje a la comunidad internacional de “que un apoyo tan frontal tendría consecuencias”.
“Pero también supone un riesgo porque el gobierno de Alemania, podría ahora desafiar la decisión tal y como lo ha venido haciendo de alguna manera Estados Unidos luego de la ruptura de relaciones diplomáticas anunciada por Maduro a fines de enero”, agregó.
“Avancemos con fuerza”
Antes de su vuelta a Caracas, el mandatario había declarado que Guaidó tendría que encarar a la justicia, por haber desafiado el impedimento de salida que le dictó la justicia, de línea oficialista, como parte de una investigación por “usurpación de funciones”.
El martes, el presidente socialista minimizó las acciones de la oposición, y llamó a los seguidores del gobierno y la fuerza armada a no caer en las “provocaciones” y a unirse para enfrentar a una “minoría alocada”.
A su regreso al país, Guaidó convocó a sus seguidores a realizar el sábado manifestaciones multitudinarias en toda Venezuela para continuar su presión contra Maduro.
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“El sábado volvemos a marchar para exigir la libertad de Venezuela, el regreso de los seres queridos, el ingreso de la ayuda humanitaria, avancemos con fuerza determinante”, aseguró el opositor, quien dijo apoyar también una huelga escalonada del sector público, propuesta por sindicatos.
Como es habitual, también Maduro llamó a “manifestaciones antimperialistas” para el sábado, cuando se cumplirán cuatro años desde que el expresidente Barack Obama impuso las primeras sanciones a funcionarios venezolanos.
Las tensiones también tocan a la prensa. El periodista estadounidense Cody Weddle, colaborador de varios medios norteamericanos, y su ayudante venezolano, Carlos Camacho, fueron detenidos este miércoles en Caracas por la contrainteligencia militar que allanó sus residencias, denunciaron asociaciones de prensa.
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