Ahora el estudio de Geology, elaborado por investigadores de varias universidades estadounidenses y liderado por Justin Stroup y Meredith Kelly, del Dartmouth College en Hanover (Nueva Hampshire) , concluye que los glaciares tropicales también son más sensibles a la temperatura que a otros factores.
Los autores del trabajo llegaron a esta deducción tras estudiar las fluctuaciones de los últimos 500 años del glaciar Qori Kalis, junto a la capa de hielo en Quelccaya, la mayor de los trópicos, situada a cinco mil 670 metros sobre el nivel del mar en los Andes peruanos.
Kelly y Stroup aseguran que el glaciar creció durante periodos en que la acumulación de hielo en la región fue baja y que disminuyó en épocas de alta acumulación.
Así, al estar su dinámica sujeta a la temperatura, la capa de hielo ha ido disminuyendo a lo largo de los dos últimos siglos y especialmente en las últimas décadas, en las que las emisiones de gases de efecto invernadero han provocado un calentamiento global.
Los autores también añaden que una comparación de las últimas fluctuaciones de Qori Kalis con otros glaciares andinos, de Suiza, Alaska o Nueva Zelanda sugiere la existencia de unos episodios de frío sincronizados globalmente a escala centenaria.