La empresa australiana GeoResonance Pty Ltd. enfatizó que no había certeza de que el hallazgo estuviese vinculado con el avión desaparecido el 8 de marzo, pero pidió que se lo investigara.
La compañía utiliza procesamiento de imágenes, química para radiación y otras tecnologías para buscar petróleo, gas o depósitos minerales.
En la búsqueda del vuelo 370, utilizó la misma tecnología para buscar en el lecho marino elementos químicos que estarían presentes en un Boeing 777: aluminio, titanio, residuos de combustible de avión y de otros.
GeoResonance comparó imágenes electromagnéticas tomadas el 5 y 10 de marzo —antes y después de la desaparición del jet — y encontró un área específica donde los datos variaron entre esas fechas, señaló la empresa en un comunicado. La ubicación está aproximadamente 190 kilómetros (118 millas) al sur de Bangladesh.
Hishammuddin Hussein, ministro de Defensa de Malasia, dijo que China y Australia tenían conocimiento del anuncio.
“Malasia está trabajando con sus socios internacionales para evaluar la credibilidad de esta información”, indicó una comunicado de su oficina.
GeoResonance dijo que comenzó a tratar de encontrar el avión antes de que el área oficial de búsqueda fuera cambiada al sur del Océano Índico.
“La única motivación es ayudar a las familias de los pasajeros desaparecidos y de la tripulación, sabiendo que la compañía tiene la tecnología capaz de realizar el trabajo”, agregó.
El vuelo 370 transportaba 239 pasajeros y tripulantes de Kuala Lumpur a Beijing cuando desapareció la madrugada del 8 de marzo.
Rastros de radar y comunicaciones de la cabina mostraron que la aeronave alcanzó altitud de navegación sin incidente, pero cambió de curso por razones desconocidas y atravesó la península de Malasia.