Sobre un total de los 298 muertos el 17 de julio, 193 eran holandeses y 27 australianos.
Los inspectores que lograron por primera vez acceder al lugar en que cayó el avión el jueves “regresaron a un lugar seguro” tras su misión, que “fue un éxito“, indicó la presidencia ucraniana.
Pese a la tregua, cuando los inspectores llegaron el jueves al lugar donde cayó el avión, constató fuertes explosiones en la zona.
Una columna de humo podía contemplarse a menos de diez kilómetros del sitio donde fue derribado el aparato.
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