Esa frase es una versión modificada del “Dios salve al Zar” del himno de la Rusia imperial.
Las feministas confesaron que habían venido a Moscú para mostrar su apoyo a la oposición rusa en su denuncia de la falsificación de las elecciones parlamentarias por parte del partido de Putin, Rusia Unida (RU).
Las mujeres, que escenificaron su protesta durante unos minutos ante la atónita mirada de fieles ortodoxos y transeúntes, llevaban una cruz pintada en el torso.
A pesar del frío, las feministas únicamente llevaban como ropa unos improvisados pantalones de esparto atados con una cuerda.
“Nos han cautivado las acciones de la oposición no parlamentaria rusa al no reconocer los resultados de la máquina rusa de engaño electoral”, señala la nota de Femen colgada en su página web.
La nota añade:“Esperamos con impaciencia el 10 de diciembre, fecha de nacimiento de una nueva Rusia sin sinverg enzas y presos políticos”, en alusión a la multitudinaria manifestación opositora convocada para el sábado en Moscú.
Los miembros de la seguridad de la catedral ortodoxa más importante del país intentaron tapar a las feministas, pero éstas se resistieron con tal fuerza, que decidieron llamar a la policía.
“Una de las activistas sufrió una dislocación en la mano”, apuntaron.
Antes de las fuerzas del orden llegaran al lugar, las mujeres de Femen se vistieron y abandonaron raudas la zona en metro.
“Las activistas de Femen logramos burlar a la policía moscovita y celebrar sin castigo una acción no autorizada en el centro de Moscú”, señalaron.
Las mujeres de Femen se ha hecho famosas en todo el mundo por sus provocadoras acciones callejeras en defensa de los derechos de las mujeres.